Muchas veces debemos reñir a nuestros hijos cuando tienen un comportamiento que no es adecuado, ellos deben saber que está bien y que está mal, pero para que sea eficaz no debe ser de forma violenta ni agresiva.
Cuando regañamos a nuestro hijo es porque queremos modificar una conducta inapropiada, es fundamental que el niño comprenda y reflexiones lo que ha hecho mal. Pero sin infundir miedo, sin amenaza, porque con ello solo lograremos que el niño no aprenda que ha hecho mal, sino que nos tema. Lo cual no nos aseguramos que vuelva a repetir la conducta inapropiada si no estamos presentes.
Un punto muy importante es ser coherentes a la hora de reñir a nuestros nanos, si no se puede hacer o decir determinada cosa, pues ser consecuentes. A veces sucede que estamos con amigos y el niños insulta, nos reímos y el niños cree que esta bien. Otro día repite el insulto, en un lugar donde para nosotros es inapropiado y le reñimos...eso les confunde, o se puede o no se puede.
Vamos a darte unas pautas para que puedas poner en práctica de como corregir y educar a tu hijo sin gritar.
PAUTAS PARA EDUCAR SIN GRITAR
1- Debemos actuar en el momento justo en que el niño actuó de forma inadecuada.
2- Gritar o dirigirnos de forma agresiva no es el camino correcto, no podemos humillar ni infundir temor. Es necesario actuar con calma, y ayudar al niño a comprender y reflexionar sobre lo que ha hecho mal.
Debemos hablar con firmeza, con autoridad pero sin alzar demasiado la voz, una buena táctica es susurrar, aunque no lo creas pondrá atención porque se esforzará por oírte.
3- Podemos expresar que estamos molestos con lo que ha hecho pero no hacer chantaje emocional. No podemos decirle al niño que si lo vuelve a hacer no lo vamos a querer o cosas así.
4- Le llamaremos la atención en privado no en público. Así el niño no se siente expuesto ni humillado, ni será objeto de burla por parte de sus amigos.
5- Ser coherentes y consecuentes, esto como hemos visto es muy importante. Recuerden que somos sus guías, somos sus referentes, es crucial ser un buen ejemplo para ellos.
6- Es recomendable no usar el TU acusador (tu has hecho...), es mejor cambiarlo por YO (yo quisiera que no pasara...).
7- No desahogarnos a través de la riña nuestros problemas o mal día. No podemos desquitarnos con ellos nuestro mal humor, esto hará que ellos no nos tomen en cuenta, porque lo asociarán a que les reñimos por todo cada vez que estamos mal.
8- El tiempo que le regañaremos debe ser el necesario para que comprenda y reflexione, hablaremos de ello pero no vamos a torturarle, machacando que hizo mal de forma excesiva.