Esta es la tercera semana del taller cambiando gritos por besos y abrazos, puedes ver el primer ejercicio "Abrázame" y el segundo "Háblame bajito" si estás empezando ahora.
Tengo que confesar que cuando vi el ejercicio 3 "Todos tenemos cualidades" tuve que hablar con Nuria de alumna a profesora y que me explicara. Me ha costado un poquito hacer las listas porque hice un ejercicio de su curso hace tiempo para conseguir no etiquetar a los niños y he tenido que esforzarme para realizar las 3 listas. Pero creo que la profe me aprobará.:)
Al final os pongo unos ejemplos de mi lista por si os sirven de guía.
Antes quería hablaros sobre como puede afectar a nuestros hijos que siempre le demos más importancia a lo que "hacen mal, o creemos que hacen mal o a lo que hacen bien o creemos que hacen bien". Me voy a adelantar a una entrada que tengo programada para dentro de unos días pero tenía que aprovechar este ejercicio para hablar sobre el tema.
A veces se nos mete en la cabeza que nuestros hijos son malos. No sólo se nos mete en la cabeza sino que también se lo decimos constantemente. Es verdad que a lo mejor lo hacemos de manera inconsciente y que no lo hacemos con mala intención pero decirle siempre a nuestro hijo que es malo, no le va a a hacer ningún bien. ¿Para qué se va a esforzar en no ser malo si él ya sabe que es malo? No hay nada que pueda hacer porque sus padres, que recordemos somos sus principales referentes y que lo que decimos tiene la verdad absoluta para ellos, (por lo menos hasta cierta edad), le han dicho que es malo y como es malo se tiene que portar mal.
Con el ejemplo contrario se ve más claro o así lo entendí yo mucho mejor. Cuando a un niño siempre le han dicho "qué bueno eres", "mira es el mejor de todos", "mira el más listo de todos los hermanos". Llega un día que ese niño crece y se hace mayor y resulta que se encuentra con unas limitaciones en su vida adulta que le impiden muchas cosas. Le impiden arriesgarse, le impiden aventurarse, le impiden ser valiente, le limitan en muchos aspectos por miedo a dejar de ser ese niño tan bueno. ¿Y si hago esto y lo hago mal ya no seré tan bueno?. ¿Cómo alguien que es tan bueno va a hacer algo mal?, decepcionaría a todos, ya no sería bueno.
Ejercemos mucha influencia en nuestros hijos a medida que crecen sin darnos apenas cuenta.
Por eso lo que Nuria cuenta en el ejercicio de hacer las listas nos viene estupendamente también para darnos cuenta de que muchas veces hacemos esto con nuestro hijos. Pero no solo con las cualidades "malas" también lo hacemos con las "buenas".
Es más esto no sólo lo hacemos con nuestros hijos. A veces y esto va por rachas nos empeñamos en ver solo lo malo de nuestros más cercanos, pareja, padres, hermanos y por supuesto nuestros pequeños. Por ejemplo cuando tienes una mala racha con tu pareja sólo ves lo malo, no hay manera de ver las cosas buenas y eso hace que nos encontremos peor y tardemos mucho más en solucionar el problema que tengamos. Muchas veces es alguna tontería pero cuando no somos capaces de transformar esos aspectos negativos en positivos nos quedamos atascados. Sin embargo si hacemos el esfuerzo de ver más allá de lo que no nos gusta cambia totalmente nuestro percepción y qué ocurre, que te relajas y todo se lleva mucho mejor.
Si nos pasamos el día pensando en lo malo no dejaremos espacio para poder ver lo bueno. Es más o menos como lo que contaba el otro día de cómo conseguir la felicidad y os hablaba de que cambiando esos pensamientos negativos por pensamientos positivos podemos hacer llegar cosas positivas. Pues con nuestros hijos pasa lo mismo.
Si me paso el día diciendo qué pesado eres hijo, al cabo del día mi hijo me sale por las orejas y él mismo dice voy a ser más pesado todavía porque mi madre dice que soy muy pesado.
Si en vez de ver y obcecarnos en que es muy pesado lo transformamos en una cualidad como propone Nuria con su tercera lista y pensamos que con su perseverancia será capaz de llegar muy lejos, nuestra visión y nuestra postura varía y dejamos de verlo como algo negativo. Y si nosotros lo vemos como algo positivo nuestro hijo que será o no será pesado o perseverante verá que ya no estamos tan negativos con respecto a él y también se relajará.
Por lo tanto, como en todos los aspectos de la vida en los que podemos ser capaces de transformar algo negativo en positivo, con nuestros hijos también podemos hacerlo.
Os pongo 3 ejemplos de mis listas para que veías el cambio.
He puesto sólo 3 cualidades positivas por hacerlo igual en las 3 listas pero la verdad que la haría interminable es que les adoro y aunque a veces me vuelvo "loca" todo lo que ocurre tiene su aspecto positivo.
Esta lista son cualidades de mi hijo de 5 años. Lo que para mi puede ser algo menos positivo como ser exigente para tí puede ser una cualidad positiva. Pero os lo pongo de ejemplo para que os hagáis una idea de lo que Nuria quiere hacer con su ejercicio.
Se trata de que si yo veo que mi hijo es muy exigente, hasta el punto de enfadarse cuando algo no le sale bien y paso a verlo como una cualidad positiva y que le hace ser más responsable y perfeccionista, mi manera de actuar cambia. En vez de enfadarme porque "madre mía la que está montando porque no le salen las sumas", me centro en que es muy responsable y perfeccionista y me resulta mucho más fácil ayudarle y acompañarle para hacer esas sumas.
Así si os hacéis una lista de todas esas cosas que en ciertos momentos nos llevan a la explosión es mucho más fácil gestionarlo.
Es como tener un plan. Saber como actuar cuando pasen ciertas cosas. Si controlas estas pequeñas cosas evitarás muchos momentos de conflicto.
El hecho de tener las cosas bajo control nos hace sentir más seguros y nos hace responder mejor ante las diversas situaciones que nos puedan aparecer.
Esto ya no es sólo en relación a nuestros hijos, podemos trasladarlo a cualquier aspecto de nuestra vida cotidiana.
No es lo mismo saber como actuar en una entrevista de trabajo por estar preparado y haber hecho muchas, que hacer una primera entrevista de trabajo.
Por eso es lo que digo siempre y de lo que soy cada día más consciente, lo que me ha enseñado Nuria a través de la disciplina positiva, es que esto es un proceso de aprendizaje. Tenemos que ir aprendiendo e ir cogiendo hábitos que aunque al principio nos supongan esfuerzo e incluso a veces sacrificio, con el tiempo saldrán solos y será algo habitual en nuestras vidas y las de nuestros hijos.
Estas listas nos tienen que servir para ver que podemos convertir algo que creemos negativo en positivo, pero no que las utilicemos para etiquetar a nuestros hijos.
Que sean para que nos sintamos más relajadas y no nos tomemos tan mal cuando han derramado la leche por no poder parar de moverse.
Es importante que nos demos cuenta que hagamos las cosas como las hagamos ellos van a tener sus momentos de rabietas, de negación, de enfado, de frustración según las edades, y nosotros podemos acompañarles y guiarles pero todo lo haremos cogiendo hábitos y aprendiendo con ellos cada día.
Ilda, de el Rinconcito de Mamy nos cuenta también en su post para el tercer ejercicio, cómo ha hecho este ejercicio y todas las cualidades que ha encontrado en sus niñas.
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