Lo primero que quiero hacer en este ejercicio aprovechando que es para ello, es dar las gracias a todos y cada uno de vosotros por dedicar vuestro tiempo, vuestras ganas, vuestras energías y vuestra vida a mejorar la relación con vuestros hijos.
Cada minuto que dedicáis a pensar en estos ejercicios, a explicárselo a vuestra pareja, a vuestros hijos, a pensarlo, a comentárselo a vuestra amiga del cole a la que veis que necesita ayuda, todo, todo, todo, os va a llevar a conseguir mejorar.
Todo lo que hagamos aunque creamos en algún momento que no sirve de nada y que nada cambia, sí sirve. Cada pequeño esfuerzo que hacemos por no gritar, no pegar, no enfadarnos con ellos a pesar de que el enfado a veces no es con ellos sino con nosotros mismos, merece, merece, merece mucho la pena.
Da tiempo a tus hijos a comprobar que las cosas han cambiado, que tú eres una madre o un padre que ya no lo ve como ese niño que no hace nada de caso, que ya no te pasas el día enfadado. Cuando tus hijos vean que es algo real, que es algo habitual en ti, que no es algo excepcional el hecho de no darle un cachete por haber pegado a su hermano o por cualquier otra cosa, lo habrás conseguido.
Lo que quiero decirte con esto es que dediques todo tu tiempo a pensar qué es lo que tienes qué hacer para cambiar esa parte de ti que hace que cuando algo no te gusta reacciones con gritos, cachetes etc.
Antes de conocer la disciplina positiva de la mano de Nuria y antes de hacer su curso ya tenía como objetivo y tenía perfectamente claro que quería cambiar la relación que tenía con mis hijos. Os expliqué en este artículo como fue ese momento de cambio.
Sin embargo aunque lo tenía muy claro fijé mal mi objetivo. Lo que pretendía era cambiar a mis hijos para dejar de gritarles y dejar de estar enfadada continuamente. Ese fue uno de mis primeros errores, no es cuestión de cambiar a nuestros hijos, el cambio tiene que estar en nosotros, es cuestión de entenderles y una vez los hemos entendido, aplicar hábitos en nosotros mismos que poco a poco nos irán ayudando a conseguir nuestro objetivo.
Si sigues los ejercicios del taller, te dedicas a pensar mucho en ti, te das tiempo y te comprometes de verdad, conseguirás que tus hijos crezcan con una buena autoestima, que sepan valerse por sí mismos, que sean valientes, que sean responsables, que tengan capacidad de decidir, en definitiva todo lo que nos gustaría ver en un futuro si pudiéramos mirar por un agujerito y ver cómo serán dentro de 20 años.
Dale las gracias a tu hijo por tener paciencia contigo y por saber esperar a que le entiendas. Date las gracias a ti mismo porque lo que estás haciendo es lo más importante que puedes hacer por tu hijo.
Ten paciencia si no consigues conectar con ellos a la primera, si sigues este taller, sus ejercicios y te comprometes, llegará el día en el que lo habrás conseguido.
Y ahora siguiendo con la cuarta semana del ejercicio "el agradecimiento" te cuento como me ha ido.
Este ejercicio he de reconocer que me ha gustado especialmente. Éste junto con el de los abrazos.
Mis peques han estado muy receptivos y están siendo conscientes de lo que se siente cuando alguien te da las gracias y cuando tu las das. Algo muy importante en general, no sólo en relación a nuestros hijos. Ya no es cuestión de ser más o menos educados por dar las gracias, es una cuestión de sentimiento. Si a mi hijo le digo, "nos vamos, ponte las zapatillas", a la primera se las pone, no tengo que repetirlo más veces y le doy las gracias por hacerlo, sirve para que él se sienta bien, se sienta importante. Esto le hará habituarse poco a poco a que es bueno y nos hace sentir bien el hecho de prestar atención cuando habla mamá aunque sea mucho más interesante jugar.
Los niños son todo sentimiento y sienten además muy intensamente. Por tanto aunque dar las gracias para nosotros como adultos nos puede parecer "insignificante" y lo tomamos como ser educados o no serlo, a ellos les llega como algo muy importante que les hace sentir bien y que pueden usarlo para hacer sentir bien a mamá o a papá.
Nuestros hijos se sienten bien cuando les agradecemos las cosas, por eso si lo hacemos ellos lo harán con nosotros.
Dar las gracias por si sólo no va a servir para que no nos volvamos locos de ira y estamos al borde del abismo en más de una ocasión, pero sí todo el conjunto de cosas que se van haciendo en los talleres, el tiempo que va pasando y tu perseverancia se irán instalando en vuestras rutinas y os harán la vida mucho más fácil y tranquila.
Este taller lo estamos haciendo para educar a nuestros niños sin gritos y desde el respecto, pero es que todos los ejercicios propuestos por Nuria los podemos aplicar a nuestra vida de adultos, es decir a la vida de pareja, entre hermanos o con familiares con los que tenemos roces.
¿Cuántas veces abrazas a tu pareja? Me refiero a cuando ya llevas años junto a tu pareja y empiezas a tener menos contacto con tu ella que con el vecino del quinto, ¿lo mismo te suena, no?. O cuando pasas por estas rachas en las que ves solo el aspecto más negativo y te crispas por todo que saltas a la mínima.
Por esto digo que estos ejercicios nos sirven para adaptados llevarlos a cualquier aspecto de nuestra vida. Si como se hizo en la tercera semana necesitas hacer una lista de cualidades para tu marido, primo, suegro , sobrino o para ti mismo, hazla, prueba, no pierdes nada.
Dar las gracias parece muy fácil. Damos las gracias cuando nos abren la puerta en el portal para dejarnos pasar, damos las gracias cuando se nos cae algo al suelo y alguien nos lo da, pero dar las gracias por cosas cotidianas y especialmente a nuestros seres más cercanos pocas veces lo hacemos. No porque lo estemos o no lo estemos, sino porque lo vemos algo natural y no tenemos la costumbre. A veces cuando te has pasado una mañana en la cocina preparando la comida para los demás, aunque no lo hagas para que nadie te lo agradezca, lo haces porque quieres, sienta muy bien cuando viene tu peque y te dice gracias mamá por haberme hecho macarrones hoy y te planta un abrazo. Sienta muy pero que muy bien. Pero eso nuestros hijos no lo van a hacer si nosotros tampoco lo hacemos. No digo que tengamos que hacer las cosas para que nos lo tengan que agradecer ni mucho menos, pero sí digo que al hacerlo, al dar las gracias por esas pequeñas cosas nos hace acercarnos. Y estar más cerca de nuestros peques nos conecta. Y si nos conectamos entendemos mucho más fácilmente lo que les pasa para poder ponernos en su lugar y saber como podemos actuar para resolverlo.
Como dice Nuria un buen momento o para mi uno de los mejores es hacerlo por la noche cuando se van a acostar. Empezamos a hacerlo así, por las noches, todos en familia junto con el cuento que leemos antes de dormir, pero al final se ha trasladado a cualquier hora del día.
Normalmente el más receptivo en estos ejercicios suele ser el mayor de 5 años, pero esta vez me ha sorprendido el de 3 años. Te da las gracias por todo, por hacerle la comida, por darle un beso, por construir su casa, jeje, está dando valor a cosas que lo mismo no se había planteado antes y que con este ejercicio ha sido más consciente de lo que le rodea. Le gusta darlas y que se las demos, así que se esfuerza por buscar motivos para darlas. Y esto es bonito porque no sólo espera a que tu le des las gracias, él quiere también hacerlo y busca motivos para dar sus gracias y así sentirse bien él y hacernos sentir bien a sus padres.
¿Cómo crees que tu hijo se sentirá si le das las gracias por quererte?
¿Cómo crees que te sentirás cuando tu hijo te las de por abrazarle?
¿Qué crees que pasará?
Compruébalo, te aseguro que merece la pena.
Haz este ejercicio con tu entorno, no hace falta que les digas, oye mira vamos a hacer un ejercicio que he visto por internet, no, pero prueba a dar las gracias a tu madre, o a tu padre, por algún motivo, sin que se lo espere. Prueba, verás lo que se siente.
Si te acabas de incorporar puedes leer los 3 ejercicios anteriores
Semana 1 "abrazame"
Semana 2 "háblame bajito"
Semana 3 "todos tenemos cualidades"
Y como siempre Ilda como mi compañera y amiga en este aprendizaje nos cuenta como ha hecho este ejercicio con sus hijas.
Si quieres información sobre el curso del que os he hablado "Atrévete a educar sin castigos", solo tienes que pinchar sobre la imagen.
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