Me da lo mismo que sean cables originales, de Tiger, Primark o de los chinos. Siempre terminan igual. Y eso que alguno de ellos ha vivido casi mejor que yo, enganchado a la lámpara de mi mesilla de noche para que no se doblara mucho y se terminara partiendo. Pero ni con esas.
Pero hoy, he descubierto que no todo está perdido. Existe una manera de alargar la vida a los cables con tan solo tener un muelle de los que vienen en los bolígrafos.
Solo hay que coger el muelle, enroscarlo al cable y así evitaremos que se doble siempre por el mismo lado y termine partiéndose. Más fácil imposible, ¿verdad?
De haberlo sabido antes, ¡¡cuántos cables me hubiese ahorrado!!
¡¡FELIZ MARTES!!