Un tema al que le di mil vueltas estando embarazada y le sigo dando ahora, ¡¡¡Los Pañales de Tela!!!
Creo que nuestra invitada de hoy logrará darme el empujón que me falta para animarme, por qué su explicación sobre el tema es muy convincente.
El tema "ahorro" creo que todos lo sabemos, pero son muchos los puntos que desconocemos sobre este tipo de pañales. Por eso quise invitar a esta sección de hoy, a una gran experta en el tema, Inma de Aprendiendo a ser Mamá, nos viene a explicar detalladamente su cambio a los pañales de tela, los tipos de pañales y un montón de aspectos que no conocemos aún.
Tengo que agradecer a Inma por su colaboración. En cuanto se lo propuse, no tardo un minuto en decirme que sí y se puso manos a la obra con el artículo. ¿Mi opinión con el resultado? Impactada, por qué logro explicarnos al detalle, todo lo que necesitamos saber.
Tuve el placer de conocer a Inma a través de mi cuenta en Instagram, y os puedo decir que es una mamá estupenda y que lleva su blog desde enero, en él, encontraras contenido muy interesante de sus experiencias como madre joven y primeriza, os animo a visitarla y ¡quedaros por allí!
Gracias Inma por implicarte en mi sección y mostrarnos un tema ¡super interesante!
Al lío... ¡¡¡pasen y vean!!!
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Cuando Mi Mundo Con Ellos Tres me propuso la idea de ser blogger invitada en su blog, ¡no lo pensé dos veces! Llevaba ya unos meses metida en el mundillo de los blogs y leyendo sus aventuras con sus tres hijos, y me hizo una ilusión tremenda. Como ella ya me conoce bastante bien, me pidió que hablara de algo de lo que voy teniendo bastante experiencia: los pañales de tela.
He de aclarar que no soy ninguna fanática ni hippie naturista. Que tampoco hay nada malo en serlo (al menos lo de hippie naturista, los fanatismos nunca son buenos). A lo que iba... No soy ni he sido muy naturista ni me he obsesionado demasiado con el medio ambiente; sí, hay que cuidarlo, reciclar, y evitar contaminar, pero cuando decidí cambiar a los pañales de tela, no fue por razones ecológicas sinceramente.
Cuando me quedé embarazada, me documenté todo lo que pude sobre la crianza, la lactancia, el parto... Pero de los pañales, poco leí, la verdad. Sí, había oído hablar a una amiga mía canadiense de los pañales de tela (allí y en Estados Unidos, así como Reino Unido, van siendo más populares), pero si os soy sincera etiqueté mentalmente a mi pobre amiga de hippie y no quise saber nada del tema. Era yo bastante prejuiciosa por aquel entonces (hasta que me convertí en madre, y entonces se me abrieron los ojos y la mente). Luego llegó el churumbel y tomamos la decisión conjunta mi marido y yo de que aparcaría mi carrera profesional y me quedaría en casa cuidando del retoño. Obviamente, vivir de un sólo sueldo mileurista no es fácil. Supone sacrificar muchas cosas, y cambiar tus prioridades. Supone pararte a pensar en cada céntimo que gastas. Ahí nos dimos cuenta de que una de las cosas que encarecía las compras semanales del súper eran los pañales del peque. Al principio comprábamos los Dodot Sensitive, eran los que mejor le iban. Pero viendo el gasto que nos estaban suponiendo, investigamos y averiguamos que los del Lidl eran más baratos y por aquel entonces los recomendaban como los mejores del mercado. Así que nos pasamos a los del Lidl. Pero aún así seguían siendo 8â?¬ que se nos iban a la semana, como mínimo; al mes suponían 32â?¬, tirando por lo bajo, y en total sumaban al año 384â?¬. Un niño suele llevar pañal más de 1 año; de hecho, la mayoría de las veces están con pañales 2 años o más. Por lo que la cifra se duplica. Y si luego tienes más hijos, ve
Nosotros tenemos claro que en algún momento u otro querremos darle un hermanito (o hermanita) al peque (más pronto que tarde, jeje). Pero no queríamos seguir gastando 384â?¬ al año, cuando los podríamos ahorrar perfectamente o gastarlos en algo como su educación o salud. Así que empecé a darle vueltas a la idea de los pañales de tela... Me puse a investigar y me di cuenta de que hay todo un mundo de pañales de tela. Me informé de los tipos, leí opiniones e hice comparativas, y acabé por dar el paso y pasarme a esa alternativa.
Pañales de tela hay de muchísimas marcas y tipos. Los hay "todo en uno", "todo en dos", híbridos, con velcro, con cierres de presión, con bolsillo, sin bolsillo, por tallas o unitallas (One Size, en inglés)... Ya dependiendo de las preferencias de cada uno, se acaba optando por uno u otro.
Solo un pequeño resumen a gran escala de los tipos de pañales de tela que existen en el mercado, aunque hay más variedades y combinaciones
Nosotros elegimos unos pañales híbridos con bolsillo, "todo en dos", es decir, compuestos de cobertor e insertos (puedes poner insertos lavables o desechables, según prefieras). Los insertos lavables son como unas compresas (que también las hay de distintos tipos de tejidos, con distintos grados de absorbencia), que se introducen en un bolsillo del cobertor impermeable. La función del bolsillo es mantener los insertos separados de la piel del culito del bebé y que así no pase la humedad (los insertos desechables se colocan por fuera del bolsillo, por lo que el cobertor no se mancharía nada). Es complicado explicarlo por escrito, así que os dejo unas imágenes para que lo entendáis mejor:
He de reconocer que al principio no me terminaba de creer yo eso de que no traspasaría la humedad, y temía que el pobre peque estuviera con el culito empapado con el primer pis que hiciera. También me preocupaba la caca y limpiar el pañal... más que nada por lo escrupulosa que soy. Pues bien, estoy aquí para confirmaros que el culito, después de toda la primera noche con el mismo pañal puesto, estaba totalmente seco. En cuanto a la caca, mi bichito empezó a usar los pañales de tela teniendo ya 18 meses, por lo que las heces son como las de los adultos; simplemente las tiro al retrete con ayuda del papel higiénico, y le doy una enjuagada al pañal en el lavabo y ya está; el tejido es antimancha, por lo que tampoco hay que frotar y frotar para sacar la mancha. En el caso de bebés más pequeños, con heces más líquidas (y asquerosas), es imposible tirarlas al inodoro, por lo que lo único que hay que hacer es enjuagar el pañal en agua y las heces se disuelven completamente. Puedes ir lavando cada pañal e insertos a mano después de cada cambio de pañal, no te lleva mucho tiempo, 5 minutos como mucho; pero nosotros vamos acumulándolos en la lavadora o en un barreño, y cuando llegan a unos 10-12 pañales, ponemos una lavadora y listo.
La primera vez que sopesé la idea de cambiarnos a los pañales de tela me puse muy nerviosa, porque suponen una importante inversión de dinero al principio, y me aterraba gastarme tanto en algo que luego pudiera acabar siendo un fiasco. ¿Y si calaban o tenían fugas? ¿Y si no le resultaban cómodos? ¿Y si es mucho trabajo y no encuentro tiempo para lavarlos y llega un día y el enano está sin pañales? ¿Y si me gasto más dinero en agua? ¿O en detergente? ¿Compensa el gasto? Estaba hecha un mar de dudas y las dudas a veces se apoderaban de mí. Hasta que los recibí y pude probarlos. No, no calaban ni tenían fugas, al peque le encantaron y el cambio de pañal dejó de ser una lucha (esto sí que fue una sorpresa), el gasto en agua y detergente siguió siendo el mismo, porque iba poniendo los pañales junto con otra ropa del churumbel... Poco a poco me fui sintiendo aliviada y tranquila con el cambio que habíamos hecho. Sí, los pañales de tela son caros en comparación con los desechables. Cada pañal puede costar, junto con sus insertos, unos 20â?¬ aproximadamente (el precio varía en función de la marca o el tipo, si tiene o no estampados, la talla, etc.). Nosotros nos lanzamos y compramos inicialmente 2 cajas de 6 pañales unitalla (salían algo más baratos en packs de 6 que individualmente), costando cada una 117â?¬. Luego compramos otras dos cajas, para no tener agobio de quedarnos sin pañales en algún momento, y poder espaciar las lavadoras. En total nos gastamos 468â?¬. Es bastante dinero, lo reconozco. No todo el mundo está dispuesto a hacer esa inversión. Sin embargo, con estos 24 pañales ya tenemos de sobra para este peque y futuro(s) hermanito(s), y no tendremos que comprar pañales nunca más. Ahora notamos la diferencia cada mes en el ahorro. Por otro lado, al peque se lo ve más cómodo que con los desechables, su piel transpira mejor, no se le irrita, y no se los arranca (mi peque todo lo que tiene velcro lo arranca; con estos pañales de cierre a presión ni lo intenta y así no me la lía parda quitándose de un tirón pañales llenos de caca... que ya estaba cansada de que pasara eso aquí en casa).
A veces la gente nos para y pregunta por los pañales que usa el peque y se quedan sorprendidos de que existan este tipo de pañales, porque lo cierto es que poco se conocen y no están al alcance del público en la mayoría de tiendas o grandes superficies. Lo cual es una pena. Nosotros compramos los nuestros en una tienda online, SEKOIA, y en 24h los tuvimos en casa. Pero nos hubiera gustado haber podido ir a cualquier tienda de puericultura o grandes superficies y verlos en persona, compararlos, tocarlos y probarlos, antes que dar un salto al vacío con los ojos cerrados.
Ahora han pasado ya un par de meses desde que instauramos este cambio en nuestra rutina y no nos arrepentimos. Muchos se creen que nos pasamos poniendo lavadoras todos los días, que requieren mucho tiempo y responsabilidad... Yo también pensaba así, y era lo que no me terminaba de convencer de este tipo de pañal, porque soy un desastre con la colada y con toda la casa en general. Es la verdad, soy un desastre. No pongo lavadoras hasta que no encuentro ropa en el armario. ¿Y sabéis qué? Sigo siendo igual de desastre. Y todavía mi peque no ha amanecido un día sin tener pañales. 24 pañales dan para mucho. Es igual que acordarse de comprar pañales cuando vas a hacer la compra. Yo los voy dejando en la lavadora, y cuando voy a cambiarle el pañal y veo que no quedan casi, pues pongo la lavadora, los tiendo, y al día siguiente ya tiene todos otra vez listos. Los pañales que compramos nosotros, son "todo en dos", lo cual significa que se tienen que sacar los insertos del cobertor para lavarlos y secarlos (aunque se lavan a la vez el cobertor y los insertos, pero así quedan más limpios y se secan antes), implicando luego tener que volverlos a poner dentro del bolsillo para dejarlos listos para su uso. Yo el día que toca recoger los pañales e insertos del tendedero, dedico 10 minutos en colocar los insertos en cada pañal. También puedes dejarlos sin colocar, y antes de cada cambio de pañal, colocas los insertos y punto. O si ves este paso como una incomodidad, puedes optar por los pañales "todo en uno" y olvidarte de insertos. Hay muchas variedades de pañal de tela para adaptarse a todo tipo de persona y estilo de vida.
¿Y vosotr@s? ¿Habíais oído hablar de los pañales de tela? ¿Sabíais algo de ellos? ¿Los usáis?
Si queréis más información, tengo algunos posts dedicados exclusivamente a responder las preguntas más habituales del uso de los pañales de tela:
Adiós desechables... ¡Vivan los pañales de tela!
Los pañales de tela: nuestra experiencia (parte II) _______________________________________________
Soy Mami en Construcción, una chica de 28 años a puntito de cumplir los 29, que poco a poco va aprendiendo a ser mamá con un pequeño terremoto de 20 meses. Antes tenía montado mi propio negocio, pero dejé aparcada mi carrera profesional para poder dedicarme al 100% al cuidado y educación de mi bichito. Me gustan las lenguas extranjeras, hablo varias, me gusta la fotografía, la decoración, organizar fiestas de cumpleaños, ir de excursión, leer, ver series en su idioma original, soy una maniática de la ortografía, pero sobre todo y ante todo, me encanta ser mamá. Por eso decidí compartir mi experiencia de la maternidad, dudas y anécdotas con otras mamis, mientras disfruto de esta aventura con ilusión y sobre todo, humor. Porque todo es mejor en esta vida con una buena sonrisa, o una gran dosis de carcajadas.