La operación pañal es un desafío para los padres y un momento importante en el desarrollo del niño. En este post te explico cómo lo hemos hecho de manera respetuosa.
Se acerca el momento. Sabes que tarde o temprano vas a tener que poner en marcha la Operación Pañal y un escalofrío recorre tu espalda. Tranquilidad, no es para tanto.
El momento de dejar el pañal puede ser estresante tanto para el niño como para los padres, pero puedes hacerlo de una manera respetuosa y más o menos sencilla si tienes claros algunos conceptos muy sencillos.
En este post te cuento mi experiencia con nuestra recién finalizada Operación Pañal, con la esperanza de que pueda ayudarte si estás pensando en acompañar a tu pequeño a dejar el pañal en los próximos meses. ¡Comenzamos!
Operación pañal: nuestra experiencia
El momento adecuado
Uno de los factores que hará que la operación pañal tenga éxito es elegir el momento adecuado. Y aquí viene el primer problema: no existe un momento adecuado universal. Dejar el pañal es un proceso que tiene que ver con la maduración del niño ( igual que empezar a hablar o pasar de la cuna a la cama ) no con la estación del año ni con el inicio de los cursos escolares.
Cada niño estará preparado para hacer este cambio a una edad diferente, en la mayoría de los casos entre los 2 y 3 años, aunque fuera de estas edades también puede ser totalmente normal. Por eso escuchar y observar como se comporta nuestro hijo, si es capaz de avisarnos cuando ensucia su pañal, si siente curiosidad por lo que hacemos en el cuarto de baño o si intenta quitarse el pañal cuando está mojado pueden ser algunas señales que nos indiquen que el momento ha llegado.
Del mismo modo, hay algunas habilidades que nuestro hijo debe de controlar para poder plantearnos empezar la operación pañal:
Entender y ser capaz de seguir órdenes sencillas
Estar familiarizado con las palabras pis, caca, baño, pañal y poder verbalizarlas
Poder hacer maniobras como subirse y bajar sus pantalones sin ayuda
Si se cumplen estos criterios y piensas que tu hijo está preparado para dejar el pañal mi consejo es que lo hagas coincidir con días libres de trabajo en los que podáis estar juntos y acompañarle en esta nueva aventura sin tener que atender otras responsabilidades. En nuestro caso elegimos las vacaciones de Semana Santa, que nos permitían tener 10 días para dedicarnos a esta tarea.
La preparación
Aunque la Operación pañal como tal suele durar una semana aproximadamente, la etapa de preparación es mucho más larga. Estamos hablando de meses de antelación en los que debes de ir preparando el terreno para el cambio. Así lo hemos hecho nosotros.
En primer lugar, acostumbrarnos a entrar el baño a hacer nuestras necesidades acompañados por el peque. Los niños aprenden por imitación y lo que hacemos en el WC les despierta una tremenda curiosidad.
Este paso significa perder completamente la intimidad y vivir situaciones de lo más surrealistas. Decir adiós con entusiasmo a la caca que acabas de hacer o responder a preguntas incómodas sobre las diferencias anatómicas de papá y mamá son algunas de ellas. Pero acabas por acostumbrarte.
En segundo lugar, ayudarnos de libros, cuentos, videos, canciones.… Son herramientas super útiles y muy visuales que harán que el niño lo perciba como un juego y algo divertido. Nosotros hemos utilizado estos dos libros, aunque hay muchos más relacionados con la temática:
Y por último: el orinal. Los hay de formas, colores, con música, con agua… elegid el que más os guste y haced que el niño participe en la decisión. Nosotros compramos el orinal con semanas de antelación y se lo enseñamos, le explicamos para lo que era, le dijimos que era suyo, le pusimos pegatinas para decorarlo… En definitiva, que se vaya familiarizando con ese artilugio mucho antes de empezar a utilizarlo para que no le de miedo y entienda que es suyo.
Primeros días: el descontrol
Y por fin llegó el momento. Tras levantarse de una siesta le quitamos el pañal sucio y le dijimos que ya no iba a usar más pañales, le enseñamos unos calzoncillos que habíamos comprado y, cruzando los dedos, le dejamos sin pañal. El niño, por su parte, dijo que sí (no tengo muy claro si sabía lo que le estábamos diciendo) y se sintió muy emocionado con la nueva sensación de no llevar pañales.
Lo que sucedió en los 4 días siguientes es digno de ser recordado. Tan solo puedo aconsejarte que retires las alfombras y protejas sofás y camas con protectores impermeables. Y que te prepares para limpiar pis y caca de donde nunca pensaste que lo harías.
En los primeros días vas a desesperarte, pensar que lo estás haciendo mal, que tu hijo llevará pañales hasta el instituto… es normal. También tendrás la tentación de volver a ponerle los pañales, pero mi recomendación es que no lo hagas, porque le harás un lío. Es tan solo cuestión de resistir unos pocos días más, te lo aseguro.
Durante esta etapa es muy importante no reñir al niño cuando se haga pis o caca encima. En el momento en que lo veas, le puedes explicar (sin gritos ni nerviosismos) que el pis o la caca se hace en su orinal, que la próxima vez puede avisarte y ya está. No recurras a burlas, comparaciones o enfados, bajo ningún concepto, no conseguirás nada más que hacerle sentirse mal.
En mi caso, cuando se hacía algo encima, lo limpiaba mientras le explicaba cuál era el sitio para hacerlo y después de un ratito (una hora más o menos) le sentaba en su orinal a esperar si con un poco de suerte salía el pis. Las primeras (100 veces) no sale nada, pero de pronto por arte de magia un pequeño pis aparece. En ese momento es cuando hay que ponerse muy contento y explicarle que lo ha hecho fenomenal y que ya es suuuuper mayor. Y vuelta a empezar.
Por fin la luz
Y de pronto, no sé muy bien por qué, al quinto día dejó de hacerse cosas encima. Empezó a pedir tanto el pis como la caca. Y, salvo un par de accidentes, no ha vuelto a fallar.
Inicialmente el orinal estaba en la misma habitación en la que estaba el niño, puesto que desde el aviso hasta la acción pasaban pocos segundos. Sinceramente, tener el orinal en medio del salón no me gustaba nada, pero la maternidad te lleva por caminos insospechados.
Poco a poco, su capacidad de aguantar ha ido mejorando y en una semana hemos conseguido llevar el orinal al cuarto de baño con la certeza de que es capaz de resistir el trayecto por el pasillo sin escapes.
Salir a la calle
Una vez dominado el tema de hacer pis y caca en casa, llega un momento crucial: salir a la calle. La calle está llena de estímulos: coches, niños, los columpios, gente … y los niños pierden su capacidad de concentrarse en las señales de alerta de que el pis se acerca. Por eso las primeras salidas a la calle en la Operación Pañal son muy complicadas.
Va a parecer que te vas de casa, aunque simplemente vayas a bajar al parque, pero las primeras veces vas a necesitar un kit completo que conste de :
ropa de recambio: esto incluye calzoncillos o bragas, pantalones, calcetines y zapatos. ¿Cuántos? Pues yo salía con 3 recambios de cada…y en más de una ocasión los gasté todos
toallitas y gel para lavar las manos
una bolsa de plástico para guardar la ropa sucia.
Hay un artilugio muy interesante para salir a la calle y que es super útil tanto para hacer sus necesidades en el suelo como en baños públicos: el orinal portátil.
Para nosotros ha sido todo un descubrimiento y lo utilizamos un montón.
Progresivamente y con el paso de los días, el niño aprenderá a reconocer que tiene ganas de orinar y pedirlo incluso en medio de una sesión de juegos divertida. Tan solo es cuestión de esperar y tener paciencia.
El pañal de las noches
Aunque nuestra idea inicial era solamente dejar el pañal durante el día y mantenerlo por las noches, sucedió algo muy curioso. Y es que justo en el momento que comenzó a pedir hacer sus necesidades, dejó de mojar el pañal de las noches.
De tal manera de después de 7 días consecutivos de levantarse con el pañal seco, decidí hacer la prueba. Lo peor que podía pasar es que tuviera que cambiar unas sábanas mojadas en medio de la noche, ¿no?
Y para mi sorpresa, aguanta toda la noche sin mojarse. Tan solo algunas noches me llama de madrugada para que le acompañe al orinal y después se vuelve a dormir. Soy consciente de que es algo inusual y que lo normal es que sigan usando el pañal por las noches hasta los 5 o incluso 6 años, así que me limito a dar gracias a los dioses por la inmensa fortuna de que haya sido tan fácil.
Últimos consejos
Esta ha sido mi experiencia, y no es ni mejor ni peor que la de otras madres, porque cada niño es un mundo y cada familia totalmente distinta. Sin embargo, creo que hay una serie de consejos que si puedo darte y que son aplicables a todos los niños:
No te compares: cada experiencia es diferente, ni mejor ni peor. Si tu niño tarde 3 semanas en lugar de 5 días, está bien. Si deja el pañal más cerca de los 4 años, también está bien. La maternidad no es una competición ni hay ningún premio al final.
Pide consejo a madres cercanas: en mi caso, poder hablar con mamás que habían vivido este proceso hacía poco ha sido una de las claves del éxito. Criar en tribu es mucho más sencillo.
No te creas todo lo que lees: Una de las cosas que más me frustraba era leer a gente que decía que su hijo había dejado el pañal con 9 meses y que el proceso les había durado media hora. Puede que haya casos excepcionales, pero lo normal es que dure muchos días, incluso semanas, y que los accidentes sean lo más habitual.
Ten paciencia: lo que para ti es algo rutinario, para tu hijo es algo totalmente novedoso y complicado. Acompáñale en este aprendizaje con todo tu amor y la empatía que puedas. Aunque no te acuerdes, tu también viviste ese proceso.
Si te ha gustado o piensas que este post puede ayudar a otras mamás no dudes en compartirlo. ¡Gracias!
Publicado inicialmente el11 abril, 2021 @ 4:41 pm