Mantener el orden en la ropa de los niños es de las cosas más complicadas porque no paran de crecer y si tienen menos de tres años, les encanta vaciarlos.
Pienso que lo mejor es poner toda la ropa encima de una mesa grande o de una cama y hacer montones:
Lo que está inservible, para un punto limpio.
Lo que está en buen estado pero no le sirve a nadie de la familia, para dar a los traperos de Emaús, a la parroquia o a alguna amiga, prima, hermana cuñada o vecina con hijos.
Lo que sirve al mismo niño.
Lo que sirve a un hermano más pequeño.
Una vez hechos los montones, se puede empezar a doblar con el método Konmarie. Si todavía no lo habéis probado, hacedlo y os haréis adictos. Es mucho más fácil tenerlo ordenado porque se ve todo al abrir el cajón. Supone una inversión de tiempo la primera vez, pero luego te ahorra mucho tiempo. Y además cabe mucha más ropa.
Si no tienes cajones, sino baldas, puedes comprar cajas.
Antes
Después
A continuación pongo las fotos de cómo quedaron los cajones de la ropa en casa de una abuela que tiene nietos entre los 3 y los 15 años. Tiene un poco de cada uno para cuando se quedan a dormir. El primer cajón es del nieto de 3 años. Las siguientes son de 5, 7, 11 y 15.
Como veis no hace falta tener una mansión, ni muebles nuevos para tener la ropa ordenada. Esta abuela vive en un piso de menos de cien metros cuadrados y los muebles son de hace más de cuarenta años. De hecho, están bastante viejitos, pero siguen cumpliendo su función.