¿Tu hijo está motivado a la hora de estudiar?
¿Qué hacer si no está motivado?
Motivar a estudiar a los niños no es una tarea sencilla para padres ni educadores, dado el sistema educativo que nos rige. Sin embargo, cada vez es más frecuente ver comunidades de escuelas y maestros, que se salen del marco establecido y consiguen que los niños acudan a la escuela con entusiasmo por aprender y adquirir nuevos conocimientos. Por eso, es fundamental conocer el Proyecto Educativo del centro al que acuden nuestros hijos, saber la forma en la que les enseñan, los valores que promueven y mantener un contacto continuo con el mismo.
Además de esto hay ciertas pautas de actuación a la hora de reforzar el estudio en casa, que te ayudarán a elevar el interés de tu hijo y a recuperar el entusiasmo por aprender, que todos tuvimos de niños. Aquí las tienes:
1.- Habla con él.
Lo primero es descartar que la causa de la falta de motivación es consecuencia de algún aspecto emocional que necesite una solución específica: Un conflicto familiar; una pérdida; una separación; un problema de integración en la escuela, etc.
2.- Fomenta la pasión por el aprendizaje.
Tú eres su mejor ejemplo, por lo que nada mejor que verte a ti interesado por adquirir nuevos conocimientos, mostrando interés por sus trabajos, ofreciéndole nueva información, visitando con él a la biblioteca, museos o navegando por internet. Cada vez hay formas más dinámicas de acercarse a la cultura, sin olvidar nunca el maravilloso hábito de la lectura.
3.- Organiza su rincón de estudio.
Podéis redecorar juntos su escritorio retirando aquello que no necesite. Intenta que sea una zona despejada, luminosa y sin muchas distracciones. Mantener el orden y la limpieza facilitará la concentración y le ayudará a rendir más en el estudio. Aquí tienes un artículo con pautas para ordenar su zona de estudio, incluidos unos toques de Feng Shui, por si te inspira a la idea de colocar algún elemento o escoger los colores :).
4.- Marca un hábito de estudio, establece tiempos y elabora una rutina.
Lo ideal es comenzar después de la merienda, así tendrá energía suficiente para elaborar las tareas. Después, échale una mano a organizar sus deberes y motívale para comenzar. Podéis elaborar juntos una lista de las tareas que debe hacer, clasificándolas por importancia y dificultad y tiempo requerido. Son importantes las palabras de aliento que le ayuden a llevar la tarea a cabo :).
5.- Ayúdale a descomponer una tarea en pequeños pasos que sean fáciles de realizar.
Es una forma muy útil de motivarse. Así se animará a continuar con cada meta conseguida. Los niños con bajo rendimiento tienden a agobiarse y desmotivarse rápidamente frente a una actividad que consideren muy amplia, aplazándola continuamente e incluso no realizándola.
6.- Valora su progreso personal, por encima de la nota final.
Lo importante es que se supere y que mantenga la motivación por el aprendizaje :). La mejor recompensa al esfuerzo es el reconocimiento. Una sonrisa de mamá, un abrazo y un elogio, saben mejor que cualquier regalo. Y lo más importante: Que disfrute de la sensación de satisfacción obtenida de la superación y el trabajo bien hecho. La motivación intrínseca siempre da mejores resultados. Aquí tienes un artículo en el que trato este tema en profundidad :).
7.- Enséñale a tolerar la frustración y el fracaso cuando se equivoque.
Muchos niños no toleran cometer un error. En estos casos es importante estar con él, tranquilizándole y ayudándole para que lo vea como una oportunidad para mejorar, tomando conciencia de la causa, creando y planificando posibles soluciones que le puedan ayudar a evitarlo en el futuro.
8.- Encuentra (o apoya) su estilo de aprendizaje.
Cada niño (y cada adulto) aprende de diferente manera. Todos tenemos distintas tendencias y preferencias para realizar el acto de recopilar y procesar información y transformarla en conocimiento. La semana que viene trataremos este tema en profundidad y en veremos cómo saber el estilo de aprendizaje de tu pequeño y pautas de estudio para cada tipo.
9.- Mantén el contacto con su profesor tutor.
La comunicación con sus maestros es fundamental. Es importantísimo conocer su actitud en el centro, su interés por las diferentes materias, y por supuesto, sus relaciones con los compañeros y demás profesores. Su tutor seguro que también puede darte buenos consejos que ayuden a mejorar su rendimiento.
¿Tienes dudas?
Una vez más, te invito a que me hagas llegar tus intereses y dudas al respecto de este o cualquier otro tema. Puedes hacerlo a través de las redes sociales, los comentarios de este post, o por correo privado. Tu feedback es fundamental para la mejora de la web :). Recuerda que la semana que viene tendrás las pautas de actuación para reforzar cada estilo de aprendizaje.
Un fuerte abrazo,
Belén