Pequeños lectores: Animales, de Ingela P. Arrhenius

La paternidad me está permitiendo conocer un sinfín de editoriales de literatura infantil poco conocidas entre el gran público, pero que tienen un catálogo de libros admirable, muy cuidado, y una apuesta por el diseño y autores internacionales más que atractiva. Es el caso de Coco Books, editorial barcelonesa fundada en 2007 que en su carta de presentación dice admirar la “capacidad de sorpresa, la curiosidad incansable y la necesidad de hacer descubrimientos constantes y de aprender” de los niños, germen de su creación para dar respuesta con sus libros a las inquietudes de los peques y facilitarles herramientas para “ayudarles a pensar y a desarrollar su creatividad”. Estos principios, que podrían sonar muy bonitos y quedar en papel mojado, se cumplen en un catálogo colorista y lleno de referencias apetecibles al que espero poco a poco ir dando dentelladas junto a la pequeña saltamontes.

Hoy, en concreto, vengo a hablaros de uno de los últimos lanzamientos de la editorial, ‘Animales’, un chulísimo bestiario ilustrado de gran formato (mide 34×46 centímetros) que pese a su tamaño ha encandilado a Maramoto con sus ilustraciones, firmadas por la reconocida diseñadora sueca Ingela P. Arrhenius, cuyo estilo colorista, alegre y divertido viene como anillo al dedo para una publicación dirigida a los más pequeños de la casa.



‘Animales’ está compuesto por 32 grandes láminas que representan en sus ilustraciones a otros tantos animales de una forma muy gráfica, reconocible y simpática. A partir de ahí, el libro deja abierto el camino a la creatividad y a un sinfín de “lecturas”, por lo que pese a la ausencia de texto (o quizás gracias a ella) sus páginas se convierten cada vez en una nueva oportunidad para dejar volar la imaginación y enfocar la atención en los más diversos aspectos.

Así, en nuestro caso, el bestiario nos ha servido para poner nombre y reconocer a cada uno de los animales que pueblan sus páginas, para asociar sonidos a cada uno de ellos, para centrarnos en sus colores y para inventarnos historias de lo más inverosímiles y rocambolescas, afición a la que desde entonces, y gracias en parte a este libro, se ha sumado la pequeña saltamontes, que ahora nos sorprende cada dos por tres haciendo acopio de libros y leyéndoselos ella misma, en una graciosa mezcla entre lo que nosotros le contamos y lo que ella entiende de las ilustraciones.



Tengo que reconocer que nunca me habían emocionado este tipo de libros, pero puedo decir que las ilustraciones de Ingela P. Arrhenius y la reacción que han provocado en Maramoto me han hecho cambiar de opinión respecto a los bestiarios. O al menos, respecto a bestiarios tan bonitos como éste de Coco Books. Si tenéis que hacer un regalo a un peque es una apuesta segura por diseño y atractivo. Uno de esos libros que nunca pasan desapercibidos. Y en este caso, no sólo por su gran tamaño.