Muchas tardes o mañanas de fin de semana, damos paseos por las zonas verdes cercanas, aprovechando que así también sacamos a pasear a nuestra perrita. En ocasiones vamos muy preparados con una carretilla de estas de juguete que luego vuelve llena de tesoros naturales que se han encontrado (la mayor parte de las veces piñas, hojas y sobre todo piedras, jejeje).
Uno de estos días decidimos ir a buscar piñas. Tenemos bastantes pinos en los alrededores con lo que no fue difícil encontrar algunas de ellas. Empezaron a cogerlas y comentamos de donde venían, que tenían dentro piñones (a mi hijo le encantan) y las diferentes formas, más alargadas, cerradas, abiertas, etc. La emoción vino cuando les dije: ¿Y qué tal si las llevamos a casa y las pintamos?. Respuesta inmediata:¡SIIIIIIIIIIIIII!. Así que quisieron coger más para poder pintar muchas piñas.
Por tanto, recomendación, empezar la actividad con la búsqueda de las piñas, jejeje. Ya eso puede ser toda una aventura.
Los materiales que se necesitan son muy sencillos:
Temperas
Las piñas
Pinceles
Toallitas húmedas de bebé
Cubo de agua para limpiarse
Delantal o babero
Algún protector de plástico para la mesa.
Las piñas son un elemento con una textura muy peculiar y mucho más difíciles de pintar que cualquier tipo de papel. Tienen muchos bultos, agujeros si están un poco abiertas y es difícil saber donde cogerlas para poder pintar por todas partes.
Para que experimentaran un poco más, empezamos pintando con los dedos. Que elijan los colores que quieran, que combinen como quieran. La única norma que hay que respetar es que cuando se cambia de color hay que limpiarse las manos antes en el cubo de agua o con toallitas.
Después quisieron probar también con pinceles. Ahí la norma es la misma, pero además hay que limpiar el pincel en el agua antes de cambiar de color.
En su caso fueron bastantes monocromáticos, jajajaja. Fueron eligiendo solo un color para cada piña. Pero estaban muy concentrados en su tarea de pintarla entera. Era como un reto a conseguir: tener todas las piñas que habían traído pintadas de colores.
¡A que mola el delantal de topitos de mi niña!
Jejeje. Es un poco estilo sevillano, con volantes y demás. Muy divertido y ¡le encanta!.
Para cambiar de color, limpiaban tanto el pincel como sus manos en el cubo de agua que les había preparado. Como aún no hace frío, estaban encantados de mojarse dentro del cubo y limpiarse allí.
Después de limpiarse, cambiar de colores varias veces y disfrutar con las pinturas y las piñas, éste es el resultado.
El caso es que han hecho esta actividad varias veces desde la primera vez. Les encanta. Se dejan secar sobre alguna superficie que se pueda limpiar facilmente o sobre algún papel de cocina, dándoles la vuelta de vez en cuando para que el papel no llegue a pegarse. Un poco más adelante, cuando tengamos más, las prepararemos para colgarlas del árbol de navidad. Ya sea con hilos atados del rabito que queda o con algún tipo de anilla que se pueda sujetar a la parte de arriba de la piña, es muy fácil prepararlas para que decoren el árbol. Y si encima está hecho por ellos, les hará mucha ilusión poder colgarlas y verlas allí durante las Navidades. Ya os pondré una imagen de como nos quedan, .
Antes de eso, tendremos que preparar alguna actividad para Halloween, que ya está aquí. ¿Vosotros hacéis alguna actividad especial para Halloween? Podéis usar las piñas también como elemento base para crear ambiente halloween con tonos negros y blancos… tenemos que probarlo.
¿Habéis pintado alguna vez piñas, hojas, piedras o algún elementos que encontráis por el campo? Seguro que sí. Dadnos ideas ☺.
Si os gustan las manualidades con pinturas, qué tal la idea de combinar colores y ver lo que pasa. Os lo contamos en ¿Cómo se hace un arco iris?.
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