La primera vez, un medicamento y para casa, después de una nebulización allí, y más de dos horas de espera. La segunda más de lo mismo pero con dos nebulizaciones. Y la tercera, después de tres y ver que seguía más o menos igual, quedó ingresado.
Entonces llegó lo peor, ponerle una via, pijamita de hospital y para una cama. Nebulizaciones cada 6 horas, con los berrinches que conlleva, más cortisona y antibiótico. Momentos duros, muy duros. A pesar de todo esto, he de decir que estaba bastante bien, con la medicación estaba como una moto, saltaba de la cama, se ponía de pie, no había barreras que le llegaran!!
Pasamos cinco días allí, con sus cuatro noches. 4 noches de tortura. Tortura si quedabas con él por miedo a que pasara algo, y por las "maravillosas" butacas donde podías "descansar". Tortura si quedabas en casa, porque esa cama-cuna de tres parecía enorme...
Pero llegó el quinto día y le dieron el alta, nos fuimos para casa con la misma medicación que tenía antes. Cuando llegamos lo primero que hicimos fue tumbarnos en cama los tres, ¡cuánto lo echábamos de menos!
Tengo que decir que no puedo más que agradecer a la gente del hospital cómo nos trataron, excepto una enfermera que solo verla me daba dolor de cabeza... pero fue todo genial, siempre con cariño, ayudándonos en lo que necesitáramos.
Y sobre todo tengo que agradecer a nuestros compañeros de habitación. Era un bebé de 4 meses que estaba por lo mismo que leoncito. Y sus padres son unas personas estupendas, jugaban con leoncito, nos ayudaban cuando necesitábamos algo, y es que la verdad, con un terremoto en una cama en la que si lo dejabas un segundo se tiraba, su ayuda fue increíble.
Pero ahora viene lo malo, cosas que de verdad me dejaron alucinada. Resulta que los bebés que tomaban bibe, nos lo daban en el hospital, pero claro, la marca que tenían y con sus biberones. Si querías que tomara una marca distinta, o con su bibe, tenías que llevarlo. Hasta ahí lo entiendo. Pero es que no te lavaban el bibe, ni te dejaban un sitio para hacerlo.
Nosotros vivimos cerca del hospital, y lo llevábamos para casa a lavar y esterilizar. Pero nuestros compañeros de habitación no podían hacerlo. Así que les tocaba mal-lavarlo en el lavabo del baño, y por supuesto nada de esterilizar. Pero si tienen un fregadero y un microondas en la sala de enfermeras, ¿qué le costaba dejarte hacerlo ahí?
De verdad que me pareció indignante. Y lo del personal, no puedo quejarme con la mayoría de las personas con las que interactuamos, pero hubo una enfermera que solo verla se me ponían los pelos de punta: que si no ponía jabón en el baño, que si el sobre de probióticos que le dábamos (porque el antibiótico le hizo tener unas diarreas increíbles) no servía para nada, cuando nos lo había recetado el pediatra y sí funcionaba, que si era la hora de la nebulización que nos esperáramos que había más niños (cuando con otras jamás se la pusieron tarde) que si cuando acababa "sácasela tú que yo ahora estoy ocupada" (porque estaba de charla con otra...) En fin, menos mal que sólo nos coincidió en dos turnos, porque sino creo que le acabo tirando de los pelos!!
Y lo peor de todo, en estos momentos es cuando te das cuenta de la gente que te aprecia y es tu amiga. Gente que está ahí aunque esté a kilómetros de distancia, y otra que estando a 5 minutos ni aparece ni con una llamada. Es verdad que de todas las experiencias se aprende, pero de las malas aún más.
Menos mal que ya todo pasó, y que estamos en casa la mar de contentos. Eso sí, seguimos con medicación, una nueva, porque lo que tomaba sigue sin hacerle efecto. Vamos, que creo que hasta que llegue la primavera la bronquiolitis no desaperecerá...
Y tú ¿has pasado alguna vez por esto? De verdad espero que no, pero si lo has hecho, cuéntame cómo te ha ido en los comentarios.