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Lo primero que se nos pasa a todos por la cabeza es decir NO y regañar, pero a esta edad (entre 18-24 meses aproximadamente) todavía no entienden el NO, por lo que ésta práctica nos llevará por el camino de la frustración, al peque y a los adultos.
Los dos factores más importantes en estos casos son dos: paciencia y perseverancia. Porque no es algo inmediato ni mucho menos, a base de insistir es como se consigue.
El sistema consiste en dar alternativas positivas, siempre en positivo, porque de esta manera lo entenderán mucho mejor. Me explico: Mi hijo, sobre los 18 meses, cada vez que se enfadaba soltaba la mano, podía ser a mí, a un objeto o al suelo. Lo que hacíamos nosotros en ese momento es cogerle las manitas y, a la vez que me acariciaba la cara, le decía: "Con las manos se hace guapa, guapaaa". Por supuesto tuvimos que repetir esto un montón de veces (pero un montón, a veces llegué a perder la esperanza), pero llegó un día que cuando se le soltaba la mano (porque es un bebé y no sabe gestionar bien el enfado) yo le decía: "hijo, ¿qué se hace con las manos?" Y enseguida rectificaba, para al final la mayoría de veces darse cuenta y, después de soltar la mano, él sólo acariciaba la parte afectada.
También es verdad que cuando está en plena rabieta no controla nada y tampoco suele escuchar lo que le digo, pero en este caso lo que hay que hacer es esperar un poco a que se calme, y luego ya se le explica. Pero si quieres saber más sobre cómo afrontar las rabietas puedes clicar aquí.
Esta técnica también es extrapolable a si muerde; le podemos decir que con la boca se dan besitos en vez de morder, y evitar a estas edades morderles de broma, porque ellos no controlan la fuerza, y tampoco distinguen si muerden en broma o demasiado fuerte.
A nosotros nos está funcionando muy bién usar la disciplina positiva, decirle qué SÍ puede hacer, e intentar ofrecerle alternativas siempre que podamos. Y sobretodo: Mucha paciencia y mucha constancia; no perder nunca la esperanza porque a base de repetición es como conseguiremos que el/la niñ@ deje de pegar y/o morder y lo cambie por la alternativa que le estamos dando.
Y tú, ¿has pasado ya por esto? ¿Qué te parece esta manera de enfocarlo? ¿Tienes tu propio sistema?OTRAS ENTRADAS:
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