Esta semana os traigo una receta porque hace mucho que no posteo recetillas y ya tocaba. Os cuento un poco el porqué he escogido esta receta. Andaba yo un domingo remoloneando en el sofá, mirando pinterest y demás cosillas, cuando a saber porqué, recordé que tenía un bote de nata en la nevera que me iba a caducar, sí, yo soy así.
En un primer momento pasaba de ponerme a cocinar, me dolía muchísimo la barriga y en el sofá estaba mejor. Pero me obligué a levantarme e ir a la cocina porque es cierto que tengo el horno abandonaito. A esto que abro la nevera, y me doy cuenta que también tengo un yogurt natural a pique de caducar! Mi casa es así... Me puse a buscar recetas por internet, pero me encontraba las típicas y la verdad, me aburría hacer el típico bizcocho. Después de mucho pensar, me dije: oye, si no encuentro una receta, ¿por qué no me la invento? si está bueno, eso que me encuentro, y si sale malo, con tirarlo, no pasa nada.
¿Os he contado alguna vez que siempre he querido usar ron en repostería? pues sí, tengo una botella casi casi nueva, de un buen ron que mi primo le regaló en el verano pasado al padredelasfieras. Así que me metí en la cocina con los ingredientes que por huevos (nunca mejor dicho), tenía que usar en la receta: un bote de nata a punto de caducar, un yogurt natural que le seguía el camino, y una botella de ron. ¿Valiente panorama eh? De ahí que surgiera mi nueva receta estrella: Bizcocho de Nata y Ron.
Así que vamos con ella...
Y ahora con la receta...
1. Separar las yemas de las claras, y reservar estas últimas. Poner las yemas en un bol junto con el azúcar moreno, mezclar muy bien. Usé mi batidora/amasadora del Lidl que es la versión low cost de la Kitchen Aid, así que mientras eso va dando vueltas solo, voy echando los ingredientes.
2. Cuando esté bien mezclado, echamos el yogur entero, y cuando esté ligado, es el turno de verter la nata. Ligar muy bien.
3. Lavar muy bien la naranja, y cortar solo por el lado donde tiene la punta de la rama. Trocear, y meter en el vaso de la batidora, triturar muy bien (aunque aquí depende del gusto, si preferís que tenga trocitos de naranja o que esté más licuado). Añadir la naranja triturada a la masa, mezclar muy bien.
4. Unir la levadura, maizena y harina, tamizaremos, pero solo añadiremos la mitad de lo tamizado a nuestra masa. Ligaremos muy bien, y a continuación, echaremos el resto de harinas tamizadas. Mezclar hasta que esté homogéneo.
5. Es el momento del ron,. En esta vez, puse solo una cucharada, pero la próxima vez que lo haga, quiero ponerle dos, porque se quedó el sabor muy pisado por la naranja. Si hacéis la receta sin naranja, imagino que notaréis más el sabor.
6. Viene el último paso: levantar a punto de nieve las claras, y mezclar con nuestra masa con mucho cuidado, debe quedar homogéneo pero sin cargarnos las claras.
Cuando tengamos la masa lista, la dejaremos reposar una hora. Transcurrido el tiempo, precalentar el horno a 180º en el modo "arriba y abajo". Coger el molde deseado y pintar con mantequilla, luego espolvorear con harina (a mí se me olvidó como se ve en la foto), verter la masa en el molde e introducir en el horno durante 40 minutos.
Una vez pasados los 40 minutos, pincharemos con un palito de pinchito para ver si sale limpio; si sale con algo de masa, bien podéis apagar el horno y dejar hacer unos 5 minutos más, o dejar un par de minutos con el horno encendido y volver a comprobar.
Desmoldar cuando se haya atemperado, que si queremos ir con las prisas, nos la jugamos a que el bizcocho se rompa y no es plan después del trabajito que nos ha dado.
Mi intención era ponerle glaseado por encima, pero, no tenía ninguna gana, además hay que dejar enfriar unas 3 horas, y no estaba por la labor. Pero es una opción muy dulce de decorar el bizcocho y darle un toque más dulzón.
Espero que os haya gustado
y os animéis a hacer la receta en casa.
¡Nos leemos!