Hace diez años que compramos nuestra primera vivienda. Nos subrogamos a las condiciones hipotecarias impuestas por el banco a la hora de firmar la hipoteca con ellos: seguro de hogar, seguro de vida, tarjetas de crédito, compras mínimas con tarjeta….en fin un montón de cosas para conseguir unas mínimas ventajas en las comisiones a abonar.
El pasado mes de agosto entraron a robar en casa de varios vecinos. Afortunadamente los servicios de seguridad llegaron a tiempo y los destrozos que provocaron fueron mínimos pero en los seguros de hogar contratados no entraban muchos de los destrozos provocados por los ladrones.
Fue entonces cuando decidimos revisar las condiciones de nuestro seguro de hogar firmado diez años atrás y nos dimos cuenta del abuso que había cometido el banco durante este tiempo debido a nuestra ignorancia.
Por un lado teníamos que revisar el contenido y por otro el continente de la casa (hasta ese momento estaba pez en ese tema). El continente, que refleja el propio valor de RECONSTRUCCIÓN la vivienda, se ajustaba a la realidad pero el contenido, es decir, las cosas que tenemos en casa era completamente desorbitado ya que el contrato reflejaba una cantidad cinco veces mayor de lo ajustado a la realidad.
Imaginaos la cara con la que nos quedamos. Tantos años intentando ahorrar en teléfono, luz, gas… y nunca nos habíamos parado a pensar que hemos estado pagando un seguro de hogar que no se ajustaba a nuestra realidad.
Otra de las cosas que tampoco sabíamos es que podíamos cambiar al seguro de hogar que nosotros quisiéramos sin ningún tipo de penalización.
Cuando firmas la hipoteca de un piso te abruman con cientos de papeles (de los cuales la mitad no entiendo, y es verdad que por falta de interés no he averiguado lo que significan) y en mi caso los dejamos aparcados en un rincón del armario hasta ahora.
Comencé a buscar comparadores de seguros por internet y una de las opciones que me convenció fue la de AXA. Hasta ahora con mi seguro de hogar había estado pagando 230 euros anuales mientras que contratando este seguro con las mismas condiciones de mi póliza actual se reducía a la mitad.
Esta fue la principal razón para decidirnos a cambiar de compañía y reconozco que es lo mejor que hemos hecho.
Cuando llamamos para pedir información la propia aseguradora nos hizo un estudio de las necesidades que podríamos tener en casa y en función de todo ello elaboró un presupuesto bastante ajustado a lo que nosotros queríamos pagar por nuestro seguro del hogar.
Al contratar el seguro no sabía de todas las cosas que puede llegar a cubrir. El pasado 28 de agosto hubo una granizada de órdago que provocó desperfectos en dos de las persianas de casa. Comprobé que nuestra cobertura cubría entre otras cosas daños por agua y otros líquidos, rotura de cristales, fenómenos atmosféricos o rotura de mármoles o reposición de llaves y cerraduras.
Nos pusimos en contacto con la aseguradora y nos confirmó el arreglo de los desperfectos ocasionados por el granizo y al día siguiente un profesional lo llevó a cabo en la misma mañana.
Y es que, desde que fuimos padres han sido muchas cosas las que han cambiado nuestras vidas y tenemos que estar prevenidos para todo ello.
Cuando tienes un hijo tus necesidades pasan a un segundo plano y fue cuando empecé a ver nuestro hogar como algo más que un mero sitio de paso. Ahora en el hogar pasamos muchas horas, nuestros hijos son muy pequeños y tenemos que pensar en sus necesidades y en los imprevistos que pueden suceder en el día a día.
Por ello y por ellos debemos pensar en estas cosas.
Ahora que la familia ha crecido y que tenemos mayores necesidades nos estamos planteando volver a modificar las cláusulas de contratación. Nuestras necesidades han cambiado ya que el pequeño es un auténtico terremoto y ya “la ha liado” en varias ocasiones.
Y es que “Cuando no estás sólo, puedes con todo”.
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