Sé de lo que hablo, sé lo que es vivir con uno y haber sido educada por uno, mi padre, ese gran maestro que ha educado a muchas generaciones y al que a mí, como madre, no me habría importado confiarle esa labor con mis hijos.
Profesor entrañable, recuerdo sus clases como de las más divertidas del cole, ¡y sin ser plástica!, inventando técnicas y trucos para enseñarnos sin cansarnos...
Bajo mi punto de vista eso es ser maestro, intentar mejorar con el tiempo, intentar que un alumno aprenda y no meterle conocimientos embutidos como si los niños fueran máquinas de memorizar.
En la sociedad que nos han montado, un profesor, un maestro, no tiene ningún tipo de importancia, nos venden los colegios como el sitio en el que los niños pasan el tiempo mientras los padres trabajan, dándoles a ellos la categoría de guardianes. O por el contrario le echamos al lomo la tarea de educarnos a los hijos, manteniéndonos al margen y desvinculándonos de ello. Gran error, tienen que educar, sí por supuesto, pero creo que tiene que ser un trabajo conjunto, un codo a codo, entre padres y profesores, antes hacías algo en el cole y pánico que se enteraran en casa, ahora sólo les basta decir "me tiene manía"...
En mi opinión hoy en día nos creemos, y me incluyo, que lo sabemos todo, tanto es así que sabemos más que ellos, y es que hay padres que ven en los educadores al enemigo. No digo que no haya gente en su puesto acomodada, y a la que no les importe nada, aparte de que en sus horas de trabajo no le den mucho el follón, pero cuántos los hay que intentan que los niños se diviertan y aprendan cada día...
En mi vida estoy rodeada de muy buenos profesores, mis hermanas lo son, también tengo amigos y tengo a las de mis hijos, con las cuales no podría haber tenido más suerte.
Ellos sí son MAESTROS y por ellos ésta entrada, por todos aquellos que hoy, en el día del maestro, celebran poder hacer lo que más les gusta, iniciar a nuestros hijos en la andadura de la vida en sociedad, enseñarles a ser personas, a pintar, a relacionarse con otros niños, a sumar,restar,a hablar inglés, a leer, a tocar la flauta, a jugar al beisbol, por todos y cada uno de los buenos maestros que nos demuestran, día a día, que la paciencia existe y que el lidiar con una clase llena de niños no les impide levantarse cada mañana con una sonrisa, a pesar del sistema, que se empeña en ponerles baches en el camino para achacarles a ellos todas las causas del fracaso escolar.
Por su gran labor, y por lo agradecidos que estamos todos loa papás de su clase, hoy le hemos preparado ésta sorpresa a la seño de Jorge...
La hemos esperado en la fila con un mensaje hecho por los peques, cada uno ha decorado una letra en la que se leía "feliz día del maestro Raquel", por detrás le han escrito porque les gusta tanto que sea su seño.
Además, como regalito material, se ha llevado una taza Merybunda, igual dentro de 40 años vale una pasta, jajajaja.
Y éstas son las cosas que hacen darse cuenta de que uno es buen MAESTRO, tener encantados a 26 niños, y sus respectivas familias, e ilusionados durante semanas con hacerle una sorpresa.