Quizás, lo hagan por puro desconocimiento o quizás porque tenga una vida tan vacía que les divierte criticar sin sentido a maestros de corazón. Lo cierto es que he pensando en algunas respuestas que darles a este tipo de gente. Ocho respuestas a las ofensas más comunes hacia los maestros. A lo mejor, de esta manera, conseguimos que se respete y valore más a los maestros. ¡Allá vamos!
# “Los maestros tenéis demasiadas vacaciones. Eso no es justo”
¿Que no es justo? Me gustaría ver si usted no necesitaría nuestras vacaciones después de preparar clases que sean atractivas para alumnos, de rellenar papeles casi todos los días de la semana, de estar con más de veinte alumnos siendo yo la única persona que está en el aula. Me gustaría saber si usted no acabaría exhausto intentando ofrecer educación de calidad a tantos estudiantes.
# “Los educadores infantiles solo cambiáis pañales”
Por supuesto que cambiamos pañales. Y lo hacemos porque nos preocupa la salud y el bienestar de los niños. Pero déjeme decirle que a parte de eso, los educadores infantiles estimulamos a los niños, generamos oportunidades de descubrimiento, de experimentación y de sorpresa. Además, hacemos muchas veces de enfermeros en prácticas al tener que dar medicamentos a los niños.
Asesoramos a los padres en la medida que podemos y sabemos, y sobre todo, abrimos a los pequeños las puertas a un mundo que poco a poco irán observando por sí mismos. Disculpe, hay una pregunta que no deja de rondarme por la cabeza, ¿a usted no le cambiaban el pañal de pequeño?
# “Pero si para ser maestro solo hace falta que te gusten los niños”
Jajajaja, perdone que me ría. Le aseguro que no es mi intención ofenderle. Pero para ser maestro hace falta mucho más que eso, se lo aseguro. Los maestros tienen una responsabilidad con sus alumnos. Ellos sacan lo mejor de los estudiantes y les enseñan a ser personas. Una persona que estudie magisterio porque únicamente le gusten mucho los niños, lo va a tener un poco complicado.
# “¿Vas a suprimir los exámenes? Vaya locura…”
¿De verdad estoy loco? Quizás tenga usted razón. Pero yo he leído y estudiado textos y documentación de expertos en la materia que afirman que las pruebas únicamente evalúan la memoria de los estudiantes. Y como yo confío en que los estudiantes son más que números y calificaciones, el año que viene en mi clase no va haber muchos exámenes.
Otros maestros del centro y yo, queremos empezar con el aprendizaje por proyectos. Nos encantaría fomentar más el pensamiento crítico de los estudiantes para que no se vuelvan sumisos. Y queremos dar importancia también al lado emocional de los estudiantes que tan olvidado está en el sistema educativo. El centro está de acuerdo. Si usted no lo está… siempre puede irse.
# “¿Estrés y ansiedad? ¡Pero si sois maestros, hombre”!
Espere, me he perdido completamente. Sí, ya sé que soy maestro ¿Pero por eso no puedo sentirme estresado y agobiado? Usted no es consciente lo mucho que se nos exige a los maestros. Usted no es consciente lo mucho que trabajamos sin ningún tipo de reconocimiento. No es consciente de cómo nos hace estar en un aula solos con veinticinco niños diferentes. Porque no, nadie nos ayuda.
# “¡Es que los maestros tenéis un sueldo muy alto!”
¿Sueldo demasiado alto? Quizás sea esa su percepción. Pero desde hace años me han congelado las pagas extras que tanto me he merecido. Por no hablar del dinero que me han descontado por haber asistido a una manifestación para luchar por un cambio educativo y una educación de calidad. Tengo un sueldo demasiado alto, ya… ¿y qué me dice de los futbolistas?
# “¡La culpa de que mi hijo suspenda es tuya!”
No entiendo lo que dice. Intento hacer las clases atractivas, fomentar la creatividad y la imaginación, y educar para la vida. ¿Ha pensado que quizás su hijo se sienta muy presionado por usted? ¿Puede ser que en algún momento le exigiera demasiado para su edad? ¿Ha pensado que él pueda tener miedo a su reacción por las calificaciones y no pueda concentrarse en las materias?
# “Lo siento, pero eres demasiado innovador”
¿Demasiado innovador, eh? Bueno, yo lo llamaría ofrecer a los estudiantes herramientas útiles para su día a día. Yo lo llamaría educarles en valores. Es tener en cuenta su pensamiento crítico. Yo lo llamaría tener en cuenta la educación emocional y la creatividad de los estudiantes. Yo diría que es involucrarse con los alumnos. Pero sí, soy demasiado innovador…