Así, la Organización Mundial de la Salud ha establecido una serie de recomendaciones básicas para la práctica de actividades físicas de los niños, de las que destacan estas tres:
- Dedicar como mínimo 60 minutos diarios a actividades físicas de progresiva intensidad.
- Realizar en mayor medida ejercicios de tipo aeróbico.
- Incorporar ejercicios más intensos, tres veces por semana mínimo, que refuercen los músculos y los huesos.
Porque hacer ejercicio ayuda a mantener un cuerpo sano
Existen muchos beneficios que tienen repercusión enun niño gracias a la práctica de actividades deportivas:
- Mantiene al niño activo y previene contra el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes..
- Promueve en el niño el desarrollo de la agilidad, los reflejos, así como la resistencia.
- El ejercicio físico incrementa el número de glóbulos blancos que circulan por la sangre y esto permite defender al sistema del desarrollo de células cancerígenas, así como de infecciones provocadas por bacterias, virus y parásitos.
- Desarrollo de un sistema cardiovascular y un aparato locomotor sanos.
- Control del sistema neuromuscular, lo que supone una mejora en la coordinación de los movimientos.
Porque, además, ayuda al desarrollo personal del niño y a su rendimiento
Pero, además, el deporte implica una serie de consecuencias indirectas que van a influir en el desarrollo personal del niño:
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Aumenta su confianza en sí mismo, lo que contribuirá de manera inmediata en su autoestima y, como consecuencia, en su estado de ánimo, por lo que evitará en el niño el desarrollo de patologías como depresiones, ansiedad, etc.
- Del mismo modo, esa confianza del niño se reflejará en su implicación en otras actividades como los estudios.
- Se inculcará en el menor una doctrina de trabajo en equipo y esfuerzo, lo que tendrá sus efectos directos en el rendimiento del pequeño también en el estudio.
- El niño mantendrá contacto con gente ajena a su entorno escolar y familiar, lo que contribuirá notablemente en su sociabilidad y su capacidad para relacionarse con los demás.
- Ayuda a inculcar en el niño el sentido de la disciplina: aceptar las normas, cumplirlas, respetar y colaborar con los demás.
Cada edad tiene su actividad
Así, hay que tener en cuenta que existe un tipo de deporte para cada edad, pues cada actividad aporta unos beneficios físicos concretos que pueden resultar más beneficiosos a una edad determinada. Además, hay que contar también con el esfuerzo físico que debe dedicar el pequeño a cada deporte.Cuando los niños son aún muy pequeños, es decir, 4 o 5 años, lo mejor es realizar actividades como la natación, el judo o el kárate, ejercicios de psicomotricidad.. En definitiva, actividades que ayudan a mejorar la coordinación y en las que el niño puede ir adaptando su cuerpo a este tipo de esfuerzo de manera más progresiva.
A partir de los 6 años, es muy beneficioso apuntar a los pequeños a actividades colectivas, como fútbol, baloncesto, etc. pues le ayudará a sociabilizarse y se divertirá, ya que verá el deporte como un juego. Así, los deportes orientado a este tipo de edades (6-12 años) deben reforzar aspectos como la flexibilidad o la resistencia.
A medida que va creciendo (a partir de los 12 años), se le pueden ir incorporando actividades más aeróbicas y de musculación, ideales para mantener el físico de los pequeños y 'ponerles en forma'. Además, también en estas edades se puede comenzar con un entrenamiento más 'serio' e incluso, comenzar en la competición, si el niño se ve motivado.
En definitiva, lo esencial es incentivar al niño a practicar ejercicio y lo mejor para ello es buscar el deporte que más se adapte a sus necesidades y a sus gustos. Si el niño se ve forzado, terminará sufriendo y viendo el deporte como una obligación y no como un juego.
Más información en Organización Mundial de la Salud y Fundación Española del Corazón-Sociedad Española de Cardiología.
Agradecimientos: a Healthy Kids, Moms team y The Reinvigorated Programmer por las fotografías