Este estudio ha sido realizado por la Universidad de Michigan y publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology, y se encontró que los ronquidos frecuentes tenían relación con los problemas de presión alta y preclampsia, y esto también se asocia a mayores riesgos de parto prematuro, bebés más pequeños y bebés en la UCI. Para descubrirlo se ha estudiado a más de 1700 participantes que han demostrado esto, que roncar en el embarazo es un riesgo para la salud cardiovascular de la madre en un porcentaje importante.
Cerca del 25% de mujeres empezó a roncar en el embarazo, con un riesgo de presión alta del doble con respecto a las mujeres que no roncaban. Por eso mismo, el 19% de los trastornos hipertensivos en el embarazo se podría subsanar con tratamiento para trastornos respiratorios del sueño. Parte de estas complicaciones puede ser remediada con tratamientos.
Alguno de estos tratamientos puede ser el CPAP, una máquina que utiliza presión de aire suave para mantener abiertas las vías respiratorias y con eso se reduce la presión sanguínea alta.
Teniendo en cuenta que los trastornos por hipertensión en el embarazo son la principal causa de mortalidad de niños y embarazadas es muy importante tener en cuenta este aspecto y poder remediarlo antes de ir a mayores. Este descubrimiento, y las medidas que se tomen en base a esto, pueden ser buenas iniciativas para mejorar la situación de las madres y los bebés en el embarazo.
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