Nuestros principales enemigos serán los objetos que puedan ocasionar resbalones o tropiezos como las pequeñas piezas de los juguetes o los muñecos pequeños. A este fin podéis tener un par de cestas o cajas con asas para recogerlos y transportarlos.
En las puertas, armarios y cajones que no queráis que el niño abra, colocad accesorios y cierres de seguridad. Es una buena idea reservar las zonas bajas con estanterías y cajones para que los niños aprendan a dejar y recoger sus cosas.
Un accidente muy habitual con niños es el pillarse los dedos con las puertas. Para ello podéis colocar topes que evitan que las puertas se cierren de golpe.
Cuando los niños son muy pequeños podéis proteger la cama con barreras especiales para evitar caídas, que son sencillas de instalar.
Los suelos más adecuados son los que absorben mejor los golpes, como la madera o los suelos sintéticos, estos últimos de fácil limpieza. Las alfombras gruesas también os ayudarán a evitar muchos moratones. Si tenéis suelos de cerámica o baldosas hidráulicas, procurad no encerarlas.
Colocad protectores en todos los enchufes del cuarto que queden a la altura del niño. También vigilad que la instalación de la habitación infantil esté en perfectas condiciones.