Las doulas, generalmente, ya han sido madres y su trabajo es ofrecer ayuda tanto física como emocional a madres primerizas (o no) durante el embarazo, parto y postparto. No requieren y de hecho no suelen contar con una formación académica como tal; su vasto bagaje como madres les dota de conocimientos más que suficientes para desempeñar su función.
En nuestro país, todavía existe el típico esquema de la pareja que 'tira del carro' a solas con el embarazo y la crianza, e incluso hay muchos casos en los que sencillamente es ella quien tiene todo el peso de esta situación. Sin embargo, en países como Holanda, por ejemplo, contar con una doula es algo muy frecuente y socialmente se considera algo necesario para la mujer. Esto no significa que aquí no contemos con redes y asociaciones que luchan para hacerse un hueco en nuestro entorno y hacer que las doulas consigan la reputación que merecen.
Las doulas no forman parte de nuestra tradición en temas de crianza, por así decirlo. Por lo general, se sabe poco de estas profesionales, y a veces, se infravalora su trabajo, por desconocimiento y en muchos casos, también desinterés. También creo que hay parejas que están en su perfecto derecho a no querer contar con ellas, por la razón que sea. Que cada uno viva la maternidad y la paternidad como desee, ¿verdad?
Os dejo un panfleto con los cursos que se darán a partir de Marzo en A Coruña, sobre las doulas, su origen y su función en nuestro país. La red que lo lleva a cabo se llama Ser doula.
¿Vosotras desde cuándo sabéis de la existencia de las doulas? ¿Os animaríais a tener a una con vosotras?