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Si eres padre a estas alturas de la película ya te habrás dado cuenta de la evolución del juego en tu hijo. ¿Te acuerdas de cuando era un bebé y sólo quería llevarse objetos a la boca?
Yo recuerdo aquella etapa con cierto pesar porque me bastaba darme la vuelta para que el enano se metiera en la boca un bolígrafo cargado de tinta…
Ahora que acaba de cumplir los 4, me he dado cuenta de que el juego se va pareciendo cada vez más a la realidad que le rodea. Que le encanta imaginar situaciones cotidianas de la vida y hacerse su propia historia.
Si tú cocinas, él quiere “meter las manos en la masa”, si tú limpias, él te pide un trapo y una escoba. Si tu marido es cámara de TV, el niño querrá hacer sus propias fotos. ¿No crees?
Pero además, en esta etapa de su vida, la imaginación no tiene casi fronteras por lo que tú, como padre, deberás estar alerta, potenciarla y ayudarle a ser creativo.
Y será lo que quiera ser. ¿Recuerdas la película “En Busca de la felicidad”?
“No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos”
Esta es una de las frases que guardo como un mantra en mi cabeza. Los niños no tienes perjuicios ni límites. Su cabeza viene “limpia” de serie por lo que si una mañana se despierta diciéndote que quiere ser astronauta, no intentes frustrar sus sueños, ayúdale a conseguirlo aunque después de una siesta te diga que cambia lo de astronauta por cajero en el súper porque en estas etapas, los niños tienden a diversificar los roles.
Y como eres padre, también sabes que el juego es un componente fundamental en el aprendizaje de los niños. Es un ensayo-error.
Recuerdo que hace un par de años, todo su afán se basaba en construir para destruir después. Ahora, busca construcciones cada vez más perfectas y complejas y que se asemejen más a realidad. Si hacemos un puente es para que por debajo pasen los trenes y si construimos una torre, hay que poner una bandera en la cima.
Para estas cosas, tener a mano un juego de construcción tipo bloques como Lego Duplo es genial porque cada día podréis construir una cosa diferente y crear historias a partir de eso.
Desde un circuito para coches de carreras hasta un fuerte.
El niño construirá un entorno y el resto será imaginarse los personajes y las historias.
Es cierto que cada vez suelen ser más independientes y quizás ya no sea tan necesario estar junto a ellos para guiarles en el juego. Pero es importante darle las herramientas de origen y a partir de ahí, el resto de la película ya se la montarán ellos.
Pensar siempre en juguetes acordes a su edad y desarrollo es seguro una de las cosas que más has escuchado como padre/madre pero al final, las prisas y nuestras propias preferencias como padres, hacen que a veces no elijamos con cabeza. Por eso, además de tener en cuenta lo que él prefiere, elige siempre juguetes que ayuden a potenciar su imaginación y autonomía. Y ¿qué mejor forma de conseguirlo que a través del juego?
Los niños son más receptivos a los estímulos cuando el entorno que les rodea es relajado. Así que, ayudémosles a crear ese entorno.
El final del cuento ya lo eligen ellos
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