El otro día estuve escribiendo esta entrada y no se como la borre entera sustituyéndola por la que ahora mismo tengo a medio.Pido disculpas porque dije que la colgaría el lunes y no ha sido posible. Así que voy a intentar volver a escribirla. Allá voy.
Buceando por el mundo blogger descubrí un blog que se llama http://ydeverdadtengotres.blogspot.com.es/, me divertí bastante leyendo alguna de sus entradas y me sentí bastante identificada con Vanesa, la entrada llamada Verano de 1985, hace 30 años y ¿dónde estabas tú? me trajo muchos recuerdos y la disfrute enormemente. Pero el motivó porque os hablo de este blog es que su nombre me inspiro.
Soy la orgullosa, agotada, furiosa, cariñosa, .......... (no sigo poniendo adjetivos que no acabo esta entrada), madre de tres niños, José de once añazos, Irene con ocho años y Lucia de seis años. Una madre además de todos los adjetivos antes escritos un tanto madura, pero eso es bastante normal en nuestra sociedad, ya que con la incorporación de la mujer al mundo universitario y al mercado laboral, la maternidad llega un poco más tarde. Pero este tema da para otra entrada, ¿no os parece?. Eso de que la mujer se haya incorporado al mundo laboral no me gusta mucho, ya estaba incorporada pero poco reconocidas y limitadas, maestras, criadas, secretarías, campesinas, mineras......llevan mucho tiempo trabajando. Perdonad, me estoy desviando del tema.
Así que como veréis somos una familia numerosa, con todas las ventajas y desventajas de conlleva eso. Cuando leí el nombre del blog, me recordó a cuando nació la pequeña Lucia, el comentario que más oíamos mi marido y yo era "tres hijos, el número ideal, que bonito, vosotros si sois una familia de verdad pero, hay viene el pero, yo no me atrevo, que valientes sois. Cómo podéis con tres, si yo con uno me vuelvo loco, además casi iguales. ". Mis hijos se llevan entre si veintisiete el mayor y la mediana y veintiocho meses las dos niñas. Con las niñas me han preguntado más de una vez si son gemelas. La diferencia es tan poca que el intercambio de ropa es continuo, lo cual de momento no es problema, pero sospecho que cuando llegue la adolescencia va a provocar más de una discusión. Bueno, los problemas de uno en uno y conforme vayan llegando, todavía me queda un poco para eso. Gracias al cielo. Acabamos un poquito hartos del comentario.
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Hace unos días estuve en una tienda comprando unos regalos de cumple y al ir a pagar la dependienta cuando los vio en fila apoyados en el mostrador, además en orden del mayor a la pequeña, hizo la pregunta ¿tres?, ¿los tres son tuyos?, con cara de asombro. Si los tres son míos, mejor dicho nuestros, el padre también tendrá algo que ver, digo yo. Luego viene la segunda parte, y que poco se llevan, en tu casa no os aburrís. La verdad es que no nos aburrimos, el silencio brilla por su ausencia, risas, llantos, peleas, canciones, están llenos de energía. Cuando se duermen no me lo puedo creer, un poquito de silencio, aunque debe reconocer que a veces me duermo yo antes que ellos. Debo reconocer que soy una persona con bastante paciencia y tranquila, pero muchas veces esa paciencia y tranquilidad desaparece e incumplo todos los normas y consejos sobre educación. Todo eso de lo que traté en esta entrada, http://eldiariodelasdudas.blogspot.com.es/2015/01/se-necesitan-dos-para-que-haya-pelea.html. Pues bien se me olvida que se necesitan dos para que haya peleo. Bueno en este caso, cuatro o cinco, si papá esta en casa.
Actualmente, eso de tener familia numerosa se ve como algo raro, somos unos pocos locos, aunque según veo en el cole no somos los únicos. Un hijo, dos como mucho es lo normal. He de decir en honor de la verdad que yo pensaría lo mismo si no tuviera tres. Yo al revés de Vanesa que siempre tuvo claro que deseaban familia numerosa, no es algo que me plantee. Aunque no me arrepiento, todos son maravillosos y únicos.
Cuando llegó la pequeña fue bastante duro. Aunque cuando no lo es, ¿verdad?. El primero por ser el primero, el desconocimiento, los miedos, los consejos bienintencionados que nos vuelven locas y muchas veces aumentan nuestras inseguridades, etc. El segundo porque aunque ya estáis más preparados conlleva más del doble de trabajo. Mucho más del doble. El tercero, el tercero es el superviviente. No le queda más remedio que ser más independiente. Con el primero toda la atención va centrada en él. Luego hay que repartir. Cuando la pequeña Lucia lloraba para llegar a ella tenia que hacer varias paradas, por pequeñas emergencias que surgían, con uno de cuatro y otra de dos todavía necesitaban mucho a mamá, además los celos les hacían exigir un poco más de ti. Así que cuando conseguía llegar a ella, la mayoría de veces se había calmado.
Una de las ventajas de ser familia numerosa, es ver como se apoyan y ayudan entre ellos. Se cuidan y protegen entre si. Aprenden los unos de los otros. Evidentemente se pelean y discuten, pero cuando hay que hacer un frente común lo hacen. También cuidan de mamá, cuando no me encuentro bien pasan a ser los más responsables, recogen sin que haya que recordarselo, me ayudan y me miman.
Antes os he comentado que una de las frases que utilizaban era que el número tres es el número ideal para una familia. La verdad es que no creo que exista un número ideal de hijos. El número ideal de hijos depende de cada familia. Para unos sera uno para otros será cuatro, dependerá de las circunstancias de cada familia. En nuestra sociedad hay mucho modelos de familia, monoparentales, numerosas, sin hijos, con dos papás o dos mamás, todos ellos respetables. Lo importante de una familia es estar juntos, crear un proyecto común. Yo solo sé que no cambio a ninguno de mis pequeños piratas. ¿Y vosotros que tipo de familia sois?
Espero que os guste esta pequeña entrada, un poquito más personal y que os permita conocerme mejor. Todas las fotos que he puesto son de mi familia, no me gusta mucho poner a los niños en las redes sociales y más después de la experiencia con wallmart, así que prefiero que no se vean muy bien. Espero lo comprendáis.
RECORDAR COMPATIR
EL VIAJE SE HACE MÁS LIVIANO CON UNA SONRISA.