Sinopsis
“Si yo tuviera una púa” nos relata de forma entrañable y sencilla la historia de un pequeño erizo con una pobre autoestima en busca de un amigo. Pepincho Repúa, nuestro querido protagonista, piensa que sus púas son horribles y que nadie le querrá por ellas.
En su camino por el bosque, en busca de ese amigo con quien compartir risas y juegos, aprenderá una gran lección de vida a la vez que descubrirá que sus púas son mucho más valiosas de lo que él hubiera llegado a imaginar.
Aprenderá a quererse y a poner límites a los demás, aprenderá a decir no y a distinguir entre un amigo verdadero de aquellos que se acercan solo por interés.
“Si yo tuviera una púa”, un cuento sobre la asertividad y la autoestima
“Si yo tuviera una púa” es un excelente cuento sobre la asertividad. Una habilidad social imprescindible que nos permite comunicar nuestras opiniones y deseos defendiendo nuestros derechos, de forma honesta, respetando a los demás pero sobre todo respetándonos a nosotros mismos. Pepincho Repúa, nuestro amigo erizo, en su intento por conseguir un amigo y evitar el rechazo de los demás debido a su baja autoestima es incapaz de dar un no por respuesta hasta tal punto que pierde hasta la última de sus púas.
Educar a nuestros hijos a defender sus intereses, a quererse, a poner límites a los demás aprendiendo a decir “no” – sin ser agresivos ni adoptar posturas pasivas (o pasivo-agresivas) que lo único que hacen es dañarles – debería ser uno de nuestros objetivos como padres. Al igual que lo es fomentar una sana autoestima y un buen concepto de uno mismo desde la sinceridad, sin caer en elogios vacíos ni falsas expectativas.
A ser asertivo se aprende, de igual modo que se aprende a responder de forma sumisa o agresiva. Todo depende del entorno familiar y social en el que crezcamos. Si crecemos con la idea de intentar satisfacer y priorizar a los demás olvidaremos nuestras propias necesidades y no aprenderemos a defender nuestros derechos. Si a nuestro lado tenemos personas serviciales y complacientes o bien agresivas y hostiles no seremos capaces de aprender modelos adecuados de asertividad, por ello es importante que los padres también aprendamos a comoportarnos de forma asertiva, expresando de una manera adecuada nuestras emociones.
“Si yo tuviera una púa” contiene una pequeña guía para padres que nos ayudará a entender la importancia de esta habilidad social y cómo podemos desarrollarla en nuestros hijos desde que son pequeños, evitando que desarrollen comportamientos de aceptación y sumisión como los que se muestran en el cuento.
“Si yo tuviera una púa”, un cuento sobre los falsos amigos o la verdadera amistad
“Si yo tuviera una púa” es también un cuento sobre la verdadera amistad o sobre aquellos supuestos amigos que solo se acercan a nosotros por interés. El valor de la amistad es uno de esos valores que los niños van aprendiendo poco a poco y sobre la marcha. Poco a poco, y a medida que se van haciendo mayores, van viendo cómo todos aquellos niños que en un principio consideran sus amigos, pongamos por ejemplo el grupo de clase, no lo son en realidad. Poco a poco, van descubriendo que la amistad es una relación desinteresada, basada en la confianza y el respeto, que nada tiene que ver con el compartir simplemente un espacio o un juego.
Explicarles y hacerles ver que a un buen amigo se le cuida y se le respeta y que ese es el verdadero significado de la amistad es también uno de nuestros deberes como padres. “Si yo tuviera un púa” nos puede servir de ayuda para mostrar este valor tan importante para el ser humano.
¡Lo quiero!