Entiende todo y no se calla ni debajo del agua. Estamos en ese punto.
Lo bueno de esto, te partes de risa con ella, mantienes conversaciones, te cuenta las cosas que sabe (y las que no, se las inventa).
Lo malo, que lo casca todo. Y claro, eso implica lo bueno y lo malo. TODO. Lo que es verdad y lo que no (eso de que los niños no mienten es bastante discutible).
Va contando por ahí que su papa se tira pedos, que su yaya fuma en la cocina (mi suegra no se ha encendido un cigarro en la vida), que la abuela (mi madre) se come los mocos (¿WTF?), que mi amiga Bebes le enseña palabrotas, que nosequien le pega? vamos que no le queda detalle por contar a la jodía.
El sábado pasado fuimos de rebajas y me compré una chaqueta monísima de Blanco, rayas, neopreno (al 50%), os la recomiendo. Bueno pues a lo que vamos, resulta que la dependienta quitó las dos alarmas de la chaqueta pero por lo visto llevaba no dos, sino tres (oiga, que la chaqueta es muy mona pero así como para tres alarmas tampoco).
¿Qué ocurrió?. Lo obvio, al salir por la puerta, pitamos. Yo tranquilamente volví a pasar a que quitaran la alarma pero Minififi quedó bastante impactada con el tema. Tanto que durante todo el día no decía otra cosa. Tienda que pasábamos, ella preguntaba a voz de grito: MAMMAAAAAA, ¿VAMOS A PITAAAAAR?. Y no una vez, una tras otra. Imaginaos la cara de la gente. Y no solo en las tiendas, bajando por el ascensor el lunes por la mañana con un vecino, la misma: MAMAAAA, ¿¿¿ESTO PITA COMO LA TIENDA???. Y yo ahí sin saber dónde meterme. Vamos, si yo fuera el vecino, pensaría que cuantas veces ha pitado esa madre en las tiendas para que la nena diga esas cosas?
El día de la cabalgata de Reyes vio a Baltasar. Bueno, pues a partir de ese momento cualquier persona de raza negra es "un Baltasar". El otro día en Mercadona: MIRA MAMAAAAA, BALTASAR HACIENDO LA COMPRAAAAAA. Yo, ojiplática. La cajera con un ataque de risa.
Me temo que esto es solo el principio. Espero que no nos pase como a un amigo nuestro, cuya nena los vio discutir y fue contando en la guardería que su papá le pagaba a su mamá y os podéis imaginar la que se lio.
En esto momentos en los que a Minififi le da por dar rienda suelta a su boquita no puedo evitar pensar: Ay mi nena, con lo bonica que estabas callada?
Contadnos, ¿Cuántas veces os han sacado los colores vuestros hijos con sus primeras palabras?