La ansiedad infantil se describe como una angustia similar a la que tienen los adultos pero, a diferencia de las formas de responder de estos últimos, los más pequeños no cuentan con tantos recursos emocionales como para afrontarla por lo que los síntomas de ansiedad infantil resultan difíciles de detectar y pueden confundir a los padres.
Con la llegada y establecimiento en nuestras vidas de la pandemia, además, se ha disparado este trastorno por lo que resulta de vital importancia disponer de la mayor cantidad de información disponible para atajar cuanto antes una de las enfermedades más comunes del siglo XXI.
Síntomas de ansiedad infantil en menores de 3 años
Como imaginarás, cuanto más pequeño sea tu bebé, mayor será la dificultad para hallar la sintomatología. Sin embargo, hay una serie de cambios en la conducta que se deben tener en cuenta:Insomnio
Sobresaltos
Ansiedad de separación
Incontinencia
Insatisfacción patológica
Agresividad con otros bebés
Síntomas de ansiedad infantil en mayores de 3 años
Cambios bruscos en el carácter (por ejemplo, que el niño fuera muy tranquilo y, de repente, se muestre agresivo)
Apatía con respecto a aquellas aficiones que le agradaban anteriormente
Insomnio
Cambios de peso bruscos que pueden enmascarar problemas alimentarios
Problemas de memoria y de concentración
En adolescentes, consumo de drogas y alcohol
Pensamientos suicidas (aunque este es difícil de identificar)
Fracaso escolar
¿Por qué la ansiedad en niños está aumentando?
Si algunos problemas como la obesidad o el sedentarismo ya formaban parte de las preocupaciones de millones de padre en medio planeta, la ansiedad en niños después de la pandemia se ha convertido en una constante.Entre las causas se encuentra el hecho de pasar un mayor tiempo en el hogar familiar que, en muchos casos, no reúne la amplitud suficiente para que familias de cuatro o cinco personas puedan vivir sin tener roces entre sí. Y es que los cambios de humor es la característica que ha definido a los niños que han vivido la pandemia confinados.
Junto a esto, los cambios en los hábitos de sueño y el insomnio se alzan como una de las consecuencias de contar con una menor movilidad y encontrarse menos tiempo al aire libre.
Si esta última generación ya se caracterizaba por el sedentarismo, la imposibilidad de acudir al colegio o a las extraescolares durante meses, ha agravado aún más esta situación.
¿Cómo puede identificar el progenitor si su hijo tiene ansiedad infantil?
La ansiedad es un mecanismo de defensa imprescindible para la vida. Sin embargo, un exceso puede conseguir justamente lo contrario de lo que debería este mecanismo de defensa, paraliza.Ante esto, los padres tienen que ser observadores. Si tu hijo cambia bruscamente de carácter, tiene cambios de estado de ánimo o deja de hacer aquello que le fascinaba antes, puede ser que tenga un problema.
Para diagnosticar si se trata de ansiedad infantil o de otro trastorno, un profesional podrá dar todas las claves necesarias.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)
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