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Fomentar el desarrollo del habla y del lenguaje
Está comprobado que la lectura de cuentos cortos fomenta la imaginación de los niños y los ayuda a encontrar herramientas comunicativas que luego usarán en su día a día.Los más pequeños escuchan la pronunciación de las palabras, adquieren nuevo vocabulario y absorben como una esponja conceptos que pueden aplicar para comunicarse con otras personas con cada vez más facilidad.
Los niños más grandes aprovechan los recursos del storytelling para estructurar mejor las oraciones, aprender palabras nuevas y conectar sus pensamientos en torno a lo que van imaginando del relato.
En resumen, leer es muy beneficioso para el desarrollo cognitivo de los niños de todas las edades.
Pasar un momento en familia
Pocos regalos logran crear un momento como lo hace un libro. Sin embargo, para poder aprovechar al máximo los cuentos, es útil tener un espacio establecido adrede para la lectura.Lo más habitual es encontrar ese momento a la hora de ir a la cama. Es un buen lugar ya que el menor está alejado de otros estímulos como las pantallas o los juguetes y puede prestar atención a lo que se está contando. Además, esta rutina ayuda a que el niño se relaje y duerma más profundamente.
En el momento de lectura es importante que el adulto se meta en el relato y que le vaya haciendo preguntas al niño para mantener su atención y su expectativa. Es una buena forma de reforzar el vínculo afectivo y crear unas anécdotas que quedarán para siempre en la memoria familiar.
Ayudarlos a identificar sus sentimientos y reforzar su autoestima
Muchos cuentos infantiles tratan temáticas que tienen que ver con los sentimientos, las emociones y los valores. Algunos dejan una moraleja como aprendizaje.La lectura ayuda a que los niños puedan ponerle nombre a sus sentimientos. Identificar las emociones los ayuda a reflexionar sobre ellas y a pedir ayuda a los padres cuando se sienten muy enojados o tristes.
En un mundo con cada vez más casos de ansiedad y depresión infantil, saber describir las emociones se convierte en una herramienta muy importante para los padres, ya que podrán actuar a tiempo si hay algún problema con el estado de ánimo de sus hijos. Empezar a gestionar sus sentimientos es un aspecto primordial para el desarrollo futuro de los niños como personas sanas.
Además, la sola lectura del libro ya es beneficiosa para el crecimiento personal. Los niños y niñas necesitan atención de los adultos, por eso el tomarse ese tiempo para ellos refuerza su autoestima y los hace sentir queridos. Si además les hacemos preguntas o les dejamos elegir el cuento, se refuerza la idea de que su opinión importa.
Finalmente, los buenos libros son canales para dar lecciones de vida. Las enseñanzas que dejan algunos cuentos construyen un sistema de valores y creencias que los acompañará en la vida. Por ejemplo, el cuento de los tres cerditos o el de la tortuga y la liebre refuerzan el valor de la perseverancia y el trabajo duro.