Por ello me gustaría hablarte de algunos trucos para que los niños se sienten a comer y para que logres que coman de todo.
Trucos para que los niños se sienten a comer
1. Cuanto antes les introduzcamos los diferentes alimentos, antes se familiarizarán.
Es muy importante que vayamos introduciéndoles todos los alimentos gradualmente, siguiendo las indicaciones adecuadas para cada edad. De esta manera desde muy pequeños, empezarán a familiarizarse con diferentes sabores y texturas y será más fácil mantener esos alimentos según vayan creciendo.
2. Explorar y conocer los alimentos.
Otra forma de despertar el interés de los niños por la comida, es dejarles explorar los diferentes alimentos. La comida no sólo se disfruta por su sabor, pueden descubrirla a través del resto de sentidos, como por ejemplo: tocándolos, oliéndolos, etc.
3. Sentarse a comer todos juntos siempre en un mismo lugar.
Algo que a mí siempre me ha ayudado, es sentarnos a comer en la mesa todos juntos. Sobretodo a la hora de probar nuevos alimentos o texturas. A veces se les hace complicado entender por qué tienen que comer solos y por qué nosotros a veces no comemos lo mismo que ellos.
Igualmente si nos sentamos todos a la mesa, es una forma de interactuar todos juntos y no tener distracciones como la televisión, tablets o juguetes.
Las distracciones muchas veces lo que consiguen es el efecto contrario, que se queden mirando la tele por ejemplo y que no coman.
Igualmente, es importante que siempre tengan un mismo sitio y un mismo lugar para sentarse. Es decir, que no sea un día en la cocina, un día en el salón, un día encima de alguno de los padres, un día en una silla, un día en la trona, etc. Es mejor que sigan una misma rutina. Algunos de estos modelos de tronas de bebé te ayudarán a encontrar el sitio adecuado para tu hijo.
4. Ayudarnos a cocinar
Cuando son un poco más mayores, también pueden ayudarnos a cocinar. Según mi experiencia, cuando a veces voy a preparar una comida que pueda gustarles algo menos o que sea un poco menos atractiva, muchas veces les invito a ayudarme. Por ejemplo cuando hago un puré de calabaza, les enseño las verduras que voy a utilizar: las tocan, las huelen, dicen su nombre, las echan en el recipiente, etc. Si les hacemos un poco partícipes a la hora de preparar ciertos alimentos, se lo comerán con más ganas.
5. Reforzarles positivamente
Por último, es importante que también reforcemos positivamente cualquier esfuerzo que hagan con la comida que no les guste, de esta manera será más fácil que vuelvan a repetir la conducta. Al menos al principio, es mejor no presionarles demasiado para no conseguir el efecto contrario al deseado.
¿Tú tienes algún truco para que se siente a la mesa y para que pruebe alimentos diferentes?