Hay libros que te tocan el corazón apenas caen en tus manos y este que recientemente ha lanzado Patio Editorial al mercado literario español, es un libro más que precioso.
Hoy en día, en este mundo tan acelerado, no nos paramos a disfrutar de las cosas sencillas y es una pena. No disfrutamos de las flores en primavera, y los parques no están tan llenos de niños como deberían. Por eso, considero que esta historia repleta de textos pausados, cercanos y bonitos, nos alborota el corazón desde la primera página.
¿Os acordáis de esos días de verano, cuando éramos pequeños?
Trasladarse de pronto a nuestra infancia es posible gracias a este maravilloso cuento de Danny Parker y Freya Blackwood.
Este cuento con ilustraciones hechas con lápiz y pintura acrílica en papel de acuarela nos traslada a esos días de verano perfecto, repletos de momentos maravillosos. Esos días donde la noche nunca llegaba, donde jugar en la calle, pintar y explorar cada rincón de nuestro alrededor era maravilloso. Donde pasar un rato haciendo roscos con mi abuela era, para mí, el momento más divertido del día. La temperatura esos días era perfecta y el sol tardaba en esconderse y era nuestro cómplice para poder disfrutar más y más.
“En este cuento revivimos la idílica libertad de la infancia, donde podemos revivir la luz, los olores y las sensaciones de un perfecto día de verano”. Así mismo, con estas mismas palabras, nos describe Patio Editorial este magnífico cuento que es tanto para niños como para adultos.
Página a página, va mostrando a los pequeños lectores un día perfecto en el que se puede desayunar al sol de la mañana tranquilamente, ponerse a dibujar en el suelo con tizas (anda que no he dibujado yo rayuelas, cuadros y todo lo que se me ocurría...), irse de excursión, respirar aire fresco y compartir secretos. Un gran día lleno de emociones y experienciasnuevas que nunca se olvidarány que los que las hemos vivido en nuestra infancia nunca olvidaremos.
Es imposible no enamorarse de él. Apenas lo abrí, lo primero que me vino a la mente fueron imágenes muy vividas de mi propia niñez. Con Un día perfecto he recordado junto con mis pequeños todos los momentos de felicidad vividos en la calle, en plena naturaleza o inventando juegos con los materiales que encontrábamos en nuestro entorno más cercano: palos, piedras, ramas...etc.
A través de unos relatos sencillos, breves y estimulantes que alimentarán la fantasía de nuestros sueños, y a través de las ilustraciones de Freya Blackwood pasearemos por uno de esos días de verano en los que no existe el reloj, la máxima preocupación es no caerse al trepar por los árboles, abrir bien los ojos para contemplar los colores del atardecer y por supuesto, reír hasta que la mandíbula te pida ponerte serio.
Sinceramente, no sé a quién le puede gustar más, si a mayores o a niños. A mí personalmente me ha parecido una preciosidad. Los versos de Danny Parker son muy evocadores, sí, pero con ver las ilustraciones de Freya Blackwood he retrocedido en el tiempo. Como dicen en la contraportada “nos hacen revivir la luz, los olores y las sensaciones de un mágico día de verano”.
A nivel de edición, estamos ante un volumen encuadernado en cartoné, con un total de 32 páginas y unas dimensiones de 26,5 cm x 21,5 cm. Cuenta con buenas calidades de papel y de impresión. Un día perfecto podemos recomendarlo a partir de 4 años.
¡Que vivan las historias antes de dormir en una cama todos amontonados!
Esas sí que deberían durar para siempre.
Autor: Danny Parker y Freya Blackwood
Tapa blanda: 32 páginas
Edad recomendada: 4 años y más
Editor: Patio editorial; Edición: 1 (8 de mayo de 2017)
Idioma: Español
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