Cuando me quedé embarazada, como toda lógica dice, me imaginé un embarazo similar al de mi mamá: una panz-OTA.
Me habían dicho que al tercer mes se vería ya una pancita, pero nop, no me veía embarazada, ni hinchada. Estaba preocupada. Pero iba al doctor, el mejor doctor del mundo, y le tomaba fotos en 3D cada que podía, me demostraba que estaba bien, la veía moverse y oía el latido de su corazón.
Llegué a los 5 meses, igual me dijeron que al 5to mes ya salía la panza, y bastante. Esperé. Me tomé fotos. Comparé mi antes y después cada día. Estaba tan a la expectativa de mi pancita de mamá que me fui a comprar ropa. Me acuerdo haber ido a un local de mamás al 5to mes, y la señora me prestó una panza falsa de 5 meses de embarazada. No lo podía creer, era grande y yo no tenía nada.
Me deprimí un poco ese ratito, mi esposo se preocupó bastante. Fuimos al doctor y le preguntamos por qué no crecía mi estómago como un embarazo “normal”. Supo, a bien, responder que todos los embarazos son distintos y que lo único importante es que la bebé (ahí supimos que era LA!!!) estaba en perfecto estado.
Al octavo y noveno mes por fin vi un indicio de embarazo, hasta eso me peleaba con todo el mundo en las filas agotada diciéndoles que sí me merecía la fila de embarazada; ya con los pies hinchados del 7mo mes no me querían ni ceder el asiento (eso hasta hoy envidio a las embarazadas con panza ;).
Así avancé hasta el noveno mes de embarazo, feliz y tranquila porque mi doctor supo darme paz, y un par de semanas antes de dar a luz pude comprarme mi primer y único pantalón de embarazada, para embarazo de 3 meses.
Cuando nació mi hija, nació perfecta, hermosa, peso y tamaño perfectos.
Todo esto les cuento solo con una intención, de que disfruten el embarazo sin importar cómo venga, panza, pancita, panzota o panzasa, lo importante es que ese pequeño humano que cargan dentro esté bien, sanito y feliz.
Hagan los chequeos regulares y déjense mimar, el embarazo es una época mágica!
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