Las que me conocéis y seguís desde hace tiempo sabéis de mi gran admiración y estima por todo lo nórdico, desde su espectacular estilo por la decoración, hasta aspectos más trascendentales como la mirada que tienen hacia la educación y al niño.
Durante este año hemos tenido la oportunidad de hacer un par de visitar la norte (Dinamarca y Holanda) a ver si con lo que queda de año cae alguna más o no Podéis ver nuestros viajes en esta categoría. Pues, bien, estos han sido los primeros viajes que hemos hecho con Valentina, y por lo tanto nuestro itinerario ha sido muy distinto tal y como os contaba en cada uno de esos posts. Así es como los parques han sido nuestros top 1 en los itinerarios de cada uno de los día que hemos estado en ruta.
Y así, visitando y yendo de parque en parque nos hemos dado cuenta de las grandes diferencias que hay (evidentemente a simple vista se ve), pero lo mucho que tanto nosotros como nuestros hijos pierden. Y no, no me refiero únicamente a la calidad de que sean más grandes. Las diferencias de parque que tenemos aquí con el resto del norte de Europa aportan unas ventajas que he querido detallar a continuación:
1- La masificación. Hace unos días colgué en stories un parque de la zona de gracia en el que, literalmente, no se veían los columpios porque estaban invadidos de niños. Parecía la jungla. De hecho aunque no sepas dónde hay parques, sólo hace falta que sigas los chillidos y gritos para llegar a uno de ellos a partir de las 5 de la tarde. ¿De verdad creéis que con esas condiciones se puede jugar a gusto? niños amontonados, corriendo arriba y abajo, empujándose, chillándose… ¿estas situaciones promueven un tipo de juego muy corporal, a veces violento, que estresa y que crea angustia. Nosotros, como norma yo llevamos a V al parque a las horas puntas, el primer día que lo hice, todavía no había puesto un pie para subir al tobogán que ya le habían pisado la mano unos niños de 10 años.
2. Cosa que me lleva al segundo punto. Conviven en un mismo parque niños de 2 años con niños de 10. Realmente, no os da que pensar que unos niños de 10 años necesiten subir y bajar, subir y bajar al salir de clase? Eso me daría para otro post, pero está claro que después de tanta contención sentados en una silla lo único que le apetece es salir a explotar. Así que yo lanzo esta pregunta: ¿dónde juegan los niños más mayores cuando ya no “tienen edad” para tirarse de un tobogán o columpiarse de un lado al otro de una ranita? ¿Por qué nuestra sociedad no le tiene en cuenta en este ocio libre?
3. Una vez fui a una convención sobre los derechos de la infancia y el gran Francesco Tonucci hacía una de sus charlas. Y precisamente hablaba de los parques infantiles. Para él, los parques infantiles eran como jaulas de hámsters. Cerradas, con los suelos protegidos y con 2-3 estructuras en las que se repetía un movimiento una y otra vez. Concluía diciendo que los parques infantiles no están pensando para los niños si no para los adultos. Pensarlo bien: están protegidos, cerrados, y con unos “columpios” que les limitan totalmente su uso.
4. Este es uno de los puntos más importantes y dónde me gustaría centrarme más, y es en el juego. Debemos tomarnos el juego como una cosa muy seria, ya que sólo a través del juego y de la experimentación es como nuestros hijos aprenden. Pero para que el juego sea juego debe de cumplir unas condiciones. Si no, no lo es, es otra cosa. Un juego para que sea tal debe de ser libre y espontáneo. No puede ser impuesto por el adulto. No es un juego cuando nosotros tenemos que subirle al columpio, columpiarle y bajarle. No es un juego cuando nosotros tenemos que ayudarle a subir las escaleras del tobogán, aguantarle arriba para que no se vaya para atrás y la cabeza mientras baja para que no se de un golpe, no es un juego cuando nosotros les decimos que jueguen a tal cosa, y no es un juego cuando nosotros lo estamos custodiando. El rol del adulto/padre/maestro siempre debe de ser el de acompañar, de manera presente (no mirando el móvil, que taaanto nos cuesta) y siempre a una cierta distancia. Encontrar la distancia adecuada en la que el niño se siente seguro y libre a la vez.
Si os fijáis bien vereis que de estos 4 puntos, pocos se pueden llegar a cumplir en los parques que tenemos a nuestro alrededor. Si que es verdad que hay alguno, puntualmente en alguna ciudad. ¡Pero es que a mi no me sirve! ¡No me conformo! Todos los niños deberían de poder disfrutar de parques como los del norte, porque es un derecho! Si, si, hay un decreto de los derechos de la infancia donde lo pone y aquí eso no se está cumpliendo. Porque lo que hacen nuestros hijos en los parques, no es jugar, es sobrevivir y descargar tensiones. No os ha pasado nunca que vuestro hijo se cansa a los 5 minutos de llegar al parque y en cambio se puede estar horas y horas en un escaloncito que se encuentra nuestras camináis? ¿o con una rampa? Fijaros que ésto sí que reúne los 4 puntos anteriores. A veces, casi es mejor ir en busca de cosas que Noe stén pensadas para los niños porque resultan más eficaces, y si no, siempre tenemos a la madre naturaleza
Pienso que es nuestra labor como padres y maestros darnos cuenta de ello y exigir a nuestros ayuntamientos que se tenga en cuenta y que se empiecen a construir espacios en los que todos podamos desenvolvernos con tranquilidad, en la que el juego sea juego, rodeados lo más posible de naturaleza y dónde todos los niños de todas las edades encuentren su sitio. Y mientras no lo conseguimos no dejéis de viajar con vuestros hijos y descubrirles las maravillas de parques que existen en el mundo.
Y quiero aprovechar este momento, este post y este lugar que se que tantas y tantas me leéis para hacer un llamamiento. Cuando viajamos a Holanda y os enseñaba los parques por stories hubo una chica de Terrassa que me escribió para comentarme que ella y un compañero arquitecto querían hacer un proyecto de un parque en la ciudad. Los mensajes directos de IG me funcionan fatal y lo perdí. No recuerdo el nombre ni nada de esta chica, pero si estás ahí al otro lado de la pantalla, por favor ¡escríbeme un mail! Me interesa muchísimo! Me encantaría poder participar en un proyecto así aportando mis ideas y experiencias, y si además puedo usar mi influencia para hacer llegar este tipo de proyectos a más gente y que más ayuntamientos nos escuchen estaré súuuper agradecida. Así que por favor, si estás ahí o alguien esta interesado, que me lo haga llegar. Sería genial poder crear una comisión para ello.
Espero que os haya gustado el post de hoy, mañana sabremos el ganador de la casita de muñecas de Jugaia y también os avanzo que habrá un nuevo sorteo chuísimo, así que no os perdáis nada!