Criada en el conurbano bonaerense, donde árboles, bichos y plantas nos acompañaban en nuestros juegos en patios y veredas, extraño aun pasados los (muchos) años el regar con la manguera en verano el jardín y juntar flores de las casas vecinas (Hola Martita, si fui yo la que se robaba los jazmines).
Mi pequeña es nacida en la "gran ciudad gran" de Buenos Aires en donde cada vez hay menos verde y más gris cemento, por eso tengo una pequeña obsesión con que no se acostumbre a esa paleta cromática.
Pero, fíjate vos que al inculcarle el gustito por la jardinería, me di cuenta también que aprendíamos juntas otras cosas. Porque siempre una sigue aprendiendo y re-significando, si no pá que está uno si no es pa´crecer.
Las actividades compartidas nos ayudan a conectarnos. También nos da un respiro de ver por millonésima vez Frozen cuando se aburre. Ni hablar de cómo nos da un momento de relax y como nos enseña a ser pacientes y ordenadas.
Trabajar la tierra es bajar a la ídem todo lo que aprenden en clases sobre el cuidado del medio ambiente y los ciclos de la naturaleza.
Por toodoooo esto, además de recomendarla como proyecto, me gustaría dejarte algunas ideas sueltas para que puedan ustedes también iniciar este caminito lleno de buenos frutos.
Lo que cuenta es la intención. No hace falta un super jardín, nosotras tenemos un balcón, chiquito, chiquito. Un espacio con sol, aunque sea indoor sirve.
Dale un espacio propio para que lo sienta como tal. "Hij@ este es tu jardín" y ayudal@ a prepararlo.
Opciones muchas, pueden trabajar con plantines o semillas, en el suelo o en macetas. Si se deciden por las semillas, buscá algunas que sean de brote fácil para que no sea eterna la espera. La idea es que ejerciten la paciencia no que se duerman de aburrimiento. ¡Las caras de asombro son impagables cuando comienzan a asomar los tallos!
En casa sumamos una actividad más: el pintar las macetas donde luego pusimos el perejil y otras yerbas. No somos ni Monet ni las reinas del pasto, solo nos divertimos juntas?y nos quedaron divinas.
Tarea, revisen día por medio como va todo. Mantener vivo el interés es importante.
Truco, marquen una lata usada de a un centímetro con un marcador indeleble, déjenlo fuera cuando llueve y comprueben la cantidad de agua caída. Luego utilícenla para el riego. Jueguen a ser meteorólogos y granjeros.
Recolecten semillas de lugares que visiten y experimenten. Pueden guardar las semillas de las frutas que coman para la primavera, la mejor época para hacerlas germinar. Otra opción es plantar una papa, batata o cebolla.
Para terminar quiero recomendarles este portal de la Universidad de Illinois (En español) muy simple y claro para completar los conocimientos de chicos y grandes.
Bueno, no hay excusas para aburrirse, ni espacios no propicios. Ya viste todos los beneficios de esta experiencia, vamos al sol ¿Qué están esperando?
Nuestro jardín urbano