Últimamente me he dado cuenta de que, no sólo en mis manos está el poder de inculcar costumbres o creencias a mi hijo, tiene todo un mundo alrededor que lo condiciona y lo sugestiona.
En este caso, vengo a hablar de los Reyes, del día de reyes tal y como lo celebramos con sus costumbres y tradiciones. Resulta que, en casa de mis padres, nunca hemos tenido costumbre de celebrarlo, siempre nos han hecho algún regalo a mi hermano y a mi, pero como detalle, es decir, algo significativo para no pasar el día de Reyes sin regalos, porque el resto de niños del colegio sí recibían regalos... pero el regalo "gordo" siempre lo hemos recibido el día de Navidad.
¿Qué pasa si yo no quiero inculcar a mi hijo nada relacionado con el día de Reyes? Pues que se hace todo muy complicado. A mi suegra le hace mucha ilusión ese día y nos invita a comer, además le hace un regalo al niño, por otra parte, toda la publicidad que hacen en todos los medios y en la calle, de cabalgata, regalo, y demás temas relacionados con ese día...
En fin, a dónde quiero llegar es que, a pesar de tener la sartén por el mango, el poder de inculcar algunas creencias o no, no es nada fácil. A veces le tengo que inculcar o debo ser flexible con algunas creencias para no confundir al niño. No puede ser, por ejemplo, que yo le diga que eso de los Reyes es mentira, y que el día de mañana, cuando vaya al colegio, lo hable con otros niños y le pueda crear problemas o ideas confusas.
Al fin y al cabo, vivir en sociedad es lo que tiene, hay que amoldarse a veces un poco a las ideas generalizadas para que el niño no sea un bicho raro o simplemente para no confundirlo.
Un saludo!