Simplificar no significa renunciar a tu vida ni a tus sueños: ¡al contrario!. Simplificar no significa dejar de comer o dejar de bañarse. Simplificar no significa ir a lo barato aunque sí implica reducir gastos. Simplificar tu vida significa vivir de modo sencillo y cómodo, dejando de lado la complejidad a la que nos hemos acostumbrado gracias a la publicidad y la sociedad consumista. No tengas miedo a dar el paso. Deja atrás las cadenas de lo común. No tengas miedo de conseguir menos. No tengas miedos de descubrir que menos es más. No tengas miedo de aquietar tu mente, darle tiempo, espacio? Ahí radica la felicidad tan ansiada: en lo pequeño, en lo sencillo, en lo natural, en el tiempo?
Todas las mujeres, en algún momento, nos sentimos desbordadas y con más que hacer:cambios de trabajo, cambios de estación, maxi vacaciones escolares, mini vacaciones laborales, entretenimiento familiar, siempre perfectas y a punto, mucho que hacer pero poco tiempo y cero descanso.
Durante el otoño y el invierno abrigamos a nuestro cuerpo y a nuestra mente, entre ropa de lana, lluvia y frío con energéticos cocidos. En primavera y verano, lo mimamos con sol, ensaladas y frutas, inclusive a veces, con complementos alimenticios pero? ¿y nuestra mente? ¿Cómo la alimentamos? ¿De qué modo hacemos limpieza en ella?
¿Te imaginas todo lo que puede hacer por ti, una mente quieta durante solo dos minutos?
Estas desconexiones mentales, una vez al día, durante 365 días que tiene el año hacen que logremos convertirnos en personas conscientes, pensando y haciendo en presente, sintiendo lo que hacemos en ese mismo momento.
El inicio de la vida escolar, laboral y familiar hace que, poco a poco, vayamos perdiendo consciencia en base a nuestros momentos para seguir el ritmo que nos imponemos y que, supuestamente, nos facilita la vida: concentración para el estudio, aplicación para el trabajo, rutinas en la familia. Nos proponemos innovar, ser creativos, cambiar pero, poco a poco, la familia y el trabajo nos absorben de tal modo, que perdemos todo propósito y convertimos nuestros días en una copia del día anterior.
Aprender a aquietar la mente te permitirá:
1.- Centrar tu atención en donde tú quieras evitando esas sensaciones que te apartan de tu presente.
2.- Aceptarte y aceptar las cosas que te suceden en cada momento.
3.- Sentirte calmada ,serena y tranquila..
4.- Recuperar tu equilibrio interior y lograr así aceptar la realidad tal y como es, reduciendo el sufrimiento.
5.- Conectar contigo misma, con tu entorno y tus circunstancias. logrando así mejorar tu bienestar emocional.
No tengas miedo de:
1.- Cambiar tu actitud y asumir así una nueva realidad.
2.- Asumir nuevas responsabilidades como madre, como mujer, como empleada o empresaria.
3.- Aprender a desconectar del trabajo en casa y de casa en el trabajo.
4.- Aprender a decir que no para no perder ni un segundo para ti y tu familia.
5.- Aprender a establecer prioridades para distinguir entre urgente e importante.
Para lograrlo, tan solo tienes que explicar lo que quieres con tus propias palabras, y desde tu experiencia, dejando atrás el qué dirán, el qué pensarán o el qué interpretarán.
Todas tenemos derecho a expresarnos, a equivocarnos, a rectificar y a volvernos a expresar. Gustarán más o menos nuestras palabras, según quién las escuche, pero lo importante es transmitir lo que deseamos y del modo en que queremos hacerlo. Y para ello, tenemos que PERDER EL MIEDO. Concentra toda tu atención, día tras día, en lo natural que es pedir, transmitir para comunicar.
El único modo que tendrás para simplificar, avanzar y encontrar tu espacio será reconociendo que lo necesitas, que lo deseas, que es muy importante para ti. Y sí sola no das, no tengas miedo de pedir ayuda.
The post 5 claves para simplificar, darte tiempo y espacio. appeared first on Mamá Golondrina.