Las pesadillas durante la noche son muy comunes entre todos los niños y dificultan, tanto su descanso, como el de los papás. Este trastorno del sueño es menor y es la manifestación de los sentimientos de miedo e inseguridad que se hayan en el inconsciente. Se diferencian de los terrores nocturnos, en que en las pesadillas se recuerda todo lo sucedido, mientras que en los anteriores no. Por eso hemos preparado este post par ayudarte con estos trucos para evitar las pesadillas nocturnas.
¿Cómo podéis ayudar a vuestros hijos a superar el miedo? toma nota de estos trucos para evitar las pesadillas nocturnas.
1) Antes de dormir, hay que evitar que el niño se excite, por eso es necesario crear un ambiente tranquilo y agradable. Por ejemplo, podéis contarle uno de sus cuentos favoritos o leer junto a él si es más mayor. Ante todo hay que evitar que vea películas o escuche historias de terror, porque aunque sea de día, luego por la noche pueden recordarlo y sentir el miedo.
2) Si el niño se siente inseguro ante la oscuridad podéis dejarle una luz suave durante la noche para que no se asuste si se despierta. También, puede dormir con un peluche si necesita abrazar algo y sentirse protegido. Esto puede ayudar mucho.
3) Cuando sufra la crisis o la pesadilla, lo mejor es despertarle, sentarte en la cama con él y tranquilizarle. Dile que no pasa nada, que tan solo es un sueño y que a todo el mundo le pasa. Intenta que se duerma de nuevo cantando una canción o dándole masajes y caricias para que se relaje.
4) Nunca hay que castigarle si tiene miedo y acude a vuestra cama en busca de ayuda. Es mucho mejor optar por un refuerzo positivo, que es justo lo contrario, premiarle cuando sea capaz de superar sus miedos y pesadillas.
5) Al día siguiente después de la pesadilla, es recomendable preguntarle al niño qué soñó para explicarle que no era real y pueda expresarse abiertamente. Si el niño tiene varias veces la misma pesadilla, podéis inventaros juntos un final feliz para que lo recuerde cada noche.
Si las pesadillas no disminuyen, duran más de media hora o el niño se ve muy angustiado, podéis intentar hablar con un especialista o un pediatra para que os aconseje. Tampoco es saludable que el miedo impida dormir y descansar al niño.
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