“Se supone que el matrimonio está hecho para proteger toda una vida de amor. La permanencia de una relación entre esposo y esposa descansa sobre un pacto de compromiso mutuo que está diseñado para sobrevivir a los conflictos conyugales normales e incluso graves.
Sin embargo, algunas veces, el abuso verbal y físico le hacen a un matrimonio lo que el asesinato o la violación le hacen a una vida. ¿Qué entonces? ¿Qué pasa si los esfuerzos por salvar un matrimonio dan como resultado la pérdida más grave de la paz y la confianza en el hogar?”
Este texto lo estuve leyendo hace poco en un pequeño libro de los Ministerios Nuestro Pan Diario, llamado “La protección de Dios para las mujeres: cuando el abuso es peor que el divorcio”. La verdad es un excelente recurso para entender el punto de vista bíblico acerca de las situaciones donde se “condena” al ser humano por divorciarse. El autor plantea que no es oblogatorio ni necesario quedarse al lado de una persona que simplemente ya no te respeta ni te quiere y lo que hace es constantemente abusar de ti.
Abuso es la inflexión de algún tipo de daño que puede ser tanto físico como psíquico y que, generalmente, tiene lugar y razón de ser gracias al poder que la persona que provoca o materializa el abuso tiene sobre aquella a la cual se lo produce, ya sea por una superioridad material que lo protege y le da esa fuerza sobre el otro, o bien por la sistemática amenaza de que algo malo le va a ocurrir sino accede a ese accionar abusivo. (Fuente: Definicion ABC https://www.definicionabc.com/general/abuso.php)
Las mujeres, a pesar de saber que la sociedad ha evolucionado, seguimos sintiendo por algún motivo (que todavía no logro comprender) que somos demasiado débiles. Sin embargo, no se trata de medir fuerzas con el hombre. Se trata simplemente de reconocer que como seres humanos, seamos del sexo masculino o femenino, tenemos dignidad suficiente para ser respetados simplemente por el hecho de SER personas.
En un curso que tomé hace poco decía una persona: “quiero que mis hijos estudien para que sean alguien en la vida”. El facilitador le dijo: “no tienen que estudiar para ser alguien, pues ya lo son.” A veces no tomamos en cuenta el impacto pueden tener las palabras que decimos, sea a nuestros hijos, parejas o familiares. Igualmente las palabras que nos dicen impactan nuestras acciones.
El cerebro se educa, y no podemos dejarnos instalar etiquetas que no son verdaderas. Eres digno (a) de ser amado(a) y respetado (a) aunque todo el mundo a tu alrededor te diga lo contrario.
El miedo es un compañero fiel. Siempre está a tu lado, para bien o para mal. Es una emoción que prevalece en todos nosotros, lo que sucede es que hay personas que lo utilizan a su favor o en su contra. La tarea es entender qué haces tú con él. ¿Lo pones delante o detrás? ¿A tu lado? ¿Lo llevas al frente y pisa primero que tú en cada lugar que asistes? ¿Te paraliza o te dispara a la acción?
En mi pais existe una fundación llamada Gissell Eusebio Life Transformer, la cual lanzó recientemente la iniciativa “Coaching para Mujeres Bientratadas” y este próximo sábado 9 de Junio, en el Atrio Central de Acrópolis Center estaremos compartiendo en el Seminario “Cómo convertir tus miedos en Recursos” que será impartido por la Coach Nancy Tejeda. Si vives en República Dominicana, te invitamos asistir. Es libre de costo.
Recuerda, para ser amado(a) y no abusado(a) el único requisito que tienes que cumplir es SER HUMANO. Que no te convenzan de lo contrario. El amor no duele.
¡Hasta la próxima!