¿Que hago si mi hijo se atraganta? ¿Cómo actúo si tiene una quemadura? ¿Y si no respira? Son algunas de las preguntas que muchos padres nos hacemos diariamente cuando surje un contratiempo con los más pequeños.
Ante un accidente infantil @CruzRojaMadrid nos da las pautas a seguir para actuar con calma y de una forma coherente.
ATRAGANTAMIENTO
Ante un atragantamiento hay que actuar con serenidad y aplicar los movimientos adecuados son clave para ayudar al menor.
La manera de despejar sus vías respiratorias varía según su edad. En los niños menores de un año, es conveniente empezar por los clásicos golpes en la espalda.
A los que son un poco más grandes, se les puede aplicar una técnica que se realiza con el puño y consiste en efectuar una serie de compresiones rápidas en el centro del abdomen, justo por debajo de las costillas. En cualquiera de los casos, lo mejor activar los servicios de emergencia, 112.
HERIDAS
En caso de que la herida haya sido ocasionada por algún objeto que permanece incrustado en el cuerpo no debemos retirarlo hasta que no llegue personal cualificado para no empeorar la situación.
Avisar a emergencias.
Presionar la hemorragia o herida impidiendo que salga más sangre. o
Recostar a la persona afectada, cubrirla con una manta y levantar sus pies.
Si la herida ha sido causada por algún objeto que permanece en el cuerpo (madera, hierro, cristal, etc.), no debemos retirarlo, pues podría empeorar la situación.
Si conseguimos controlar la hemorragia, deberemos limpiar la herida con suero fisiológico a chorro o agua, en su defecto.
En todo momento, debemos mantener al paciente consciente y tranquilo y controlar sus constantes vitales en la medida de lo posible.
FALTA DE RESPIRACIÓN
Si tu hijo presenta alguno de los siguientes síntomas, debes llamar al 112:
– Respiración dificultosa.
– Presencia de ruidos o pitidos al respirar.
– Angustia.
– Tono muscular debilitado.
– Tos estridente.
– Color azulado en la piel y en las mucosas.
– Bajo estado de ánimo, tendencia al sueño, bajo nivel de consciencia.
– Fiebre alta.
Tras llamar a Emergencias, sienta al menor en un lugar con aire fresco y aflójale la ropa.
Nunca le administres medicación ni le desabrigues.
CONVULSIONES
Colocar al menor tumbado de lado sobre un costado para que pueda respirar mejor y lejos de objetos con los que pueda golpearse.
No intentar introducirle nada en la boca, ni intentar sacar la lengua.
No intentar detener los movimientos de la convulsión.
Intentar bajar la fiebre con paños tibios o pasando una esponja con agua tibia por frente y cuello.
Mantener la calma.
Importante, detallar el episodio con todo lujo de detalles para que el médico lo pueda evaluar.
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