no son las paredes, sino el espacio interior"
Josefina Salvador, consultora e instructora de Feng Shui
¿Cuántas veces pensando en "esto me puede servir, mejor lo guardo" has conservado objetos malogrados, pasados de moda o con aparente valor sentimental? ¿cuántas cosas nuevas llegan a tu hogar cada mes? y ¿a donde llegan a parar todas ellas?, pues con todas tus demás cosas, con suerte organizadas pero quizás no muy bien aprovechadas. A esto súmale la exposición de los miembros de tu familia a alergias y enfermedades ocasionadas por los hongos y ácaros, que encuentran en la acumulación de objetos su hogar ideal, y el dinero que estás perdiendo tan sólo por acumular cosas y no me refiero al costo de ellas, sino al espacio valioso que ocupan en tu hogar, ¿sabes a cuánto asciende el metro cuadrado de área techada en la zona donde vives? y ¿cuánto espacio has destinado al almacenamiento de cosas que no utilizas? Todos tenemos por lo menos un rinconcillo de nuestra casa en el que atesoramos cosas "increíbles" y no por maravillosas sino porque es difícil de creer incluso por nosotras mismas que aún las tengamos.
La organización del hogar debe ser precedida por un proceso de desapego. Es la representación más cotidiana de nuestra disposición por cambiar, avanzar, prosperar y aceptar nuevas oportunidades. Y cómo iniciar y mantener este proceso de desapego, a continuación unas sugerencias:
Empieza por deshacerte de los objetos más grandes: máquinas de ejercicios malogradas o que no utilices, muebles viejos, artefactos obsoletos, etc.
Devuelve las cosas que te hayan prestado.
Si pasó un año o más que no has usado una prenda de hecho no la volverás a usar, así que descártala.
Deshazte de los objetos pequeños que no sirvan: cds, juguetes, cuadernos, marcadores, etc.
Los contenedores o cajas nos pueden ser de mucha ayuda al momento de organizarnos, pero a más contenedores mayor posibilidad de acumular cosas, así que mejor limita su número a sólo lo necesario.
Antes de comprar cualquier prenda, mueble o algo similar, piensa si realmente lo necesitas, anótalo y espera unos días para efectuar la compra, si al cabo de esos días (te sugiero dos semanas) aún deseas o necesitas el objeto entonces cómpralo.
Si llevaste un objeto nuevo a casa, desecha otro, mejor si son dos.
¿Y qué hacer con las cosas que vamos a desechar?Con la premisa de no perder dinero, ahorrar y gastar en lo necesario, te sugiero:
Vender, se pueden vender objetos en cualquier estado: nuevos, usados, malogrados o rotos, más si son de marcas reconocidas o de colección. Puedes hacer la venta tú mismo, en tu casa, o vía internet, o encargárselos a una empresa, quienes lógicamente te cobrarán un porcentaje de la venta, pero lo importante es que podrás ganar algo o mucho dinero desprendiéndote de objetos que no utilizas.
Reciclar, dar un nuevo uso a un objeto puede agregarle valor y si conviertes el reciclaje en una actividad para compartir en familia, la ganancia está asegurada.
Donar, muchas cosas que ya no usamos pueden ser de absoluta necesidad para otras personas, pero asegúrate que sean cosas utilizables, mejor nuevas o casi nuevas.
Si evaluando el objeto, no puedes aplicar ninguna de las sugerencias anteriores, pues sólo queda decir adiós y tirarlo.Con ésta entrada doy inicio a una nueva sección de Mamá&nené, sobre organización, diseño, decoración, optimización del espacio y todo lo relacionado a hacer de nuestra vivienda un lugar para crecer, disfrutar y crear. Lo bauticé como "Mommy"s in the house", me encantó como suena, y creo que encierra una gran verdad, que aunque no nos guste y con pocas excepciones, sin nosotras la casa colapsa así que ahí vamos, empezando por nosotras mismas ¡a poner el orden!.