Puede que estéis pasando por una época en la que vuestros hijos o alumnos parece que no aprendan, que por más que les repitáis una y otra vez no acaban de entender lo que les decís. Puede incluso estéis pensando que es un caso difícil, un caso a parte y que deseéis tirar la toalla y daros por vencidos. Pero no os desaniméis porque la solución es cambiar el estilo de enseñar y fijarnos en lo que nos dicen los expertos.
Si hoy hablamos de aprendizaje activo es porque es la mejor forma de aprender, porque todos los niños son capaces de aprender si nos adaptamos a sus ritmos, intereses y estilos de aprendizaje.
¿Qué es el aprendizaje activo?
Aprender se puede aprender de muchas formas y maneras. Se puede aprender escuchando, mirando, tocando, cantando, memorizando, … pero sin duda como se aprende mejor es cuando nos importa lo que aprendemos, cuando estamos implicados en nuestro propio proceso de aprendizaje.
El aprendizaje activo se da cuando los niños/alumnos participan en actividades como experimentos, discusiones en grupo, debates, exposiciones orales, …
Sabemos por experiencia propia que no es lo mismo aprender participando de lo que aprendemos que estar pasivos recibiendo una “clase magistral”. Con los niños ocurre exactamente igual, pero aún es más importante. Ya María Montessori se dió cuenta de esto a principios del siglo XX, y por este mismo motivo situaba al niño como agente activo de su propio aprendizaje huyendo de las clases tradicionales en las que el profesor es quien decide qué, cómo y cuando aprender.
El Método Montessori apuesta por el aprendizaje activo ya que es precisamente el niño quien elige las actividades que quiere realizar, en función de sus intereses, nivel y estilo de aprender y no el adulto. Con ello se favorece el aprendizaje significativo fomentando su responsabilidad, su autonomía, su independencia y sus ganas de aprender.
Cuando el niño toma decisiones por si mismo desarrolla habilidades que contribuirán a su autonomía y autoestima.
¿Por qué es mejor el aprendizaje activo?
Se cree que los niños asimilan la información nueva del siguiente modo :
90% cuando la enseñan a otros,
75% practicando,
50% debates en grupo,
30% demostraciones,
25% audiovisual,
10% leyendo,
5% clase magistral.
Fuente:Dificultades Específicas de Aprendizaje y otros Trastornos. Guía Básica para docentes. editorial Narcea. Diana Hudson. Porcentajes extraídos de Pirámide del aprendizaje, National Training Laboratories, Intitute of Applied Behavioral Science en Virginia, EUA.
Estos datos no son sólo aplicables dentro del entorno escolar, también los podemos adaptar perfectamente a nuestro hogar y no sólo a los deberes si no también en el día a día.
Si quieres que tu hijo aprenda algo permítele que lo practique, que te explique lo que él piensa sobre un determinado tema, hablad, conversad, razonad. No te quedes con el sermón donde tu eres el que da lecciones magistrales, permítele que experimente, que entre en la cocina y prepare algo contigo, que haga su cama aunque al principio la haga mal, que se duche solo …
En casa y en la escuela apuesta por el aprendizaje activo para que tus hijos o alumnos asimilen mejor la información.
Diseñado por Freepik
.