Mel: Antes de nada, Arianna, muchísimas gracias por aceptar la entrevista para el blog. Es todo un placer tenerte por aquí. Cuéntame, ¿por qué elegiste la carrera de Pedagogía?
Arianna Acosta: Gracias a ti, Mel, por contar conmigo para poder hacer esta entrevista y también a las redes por poder conectar con gente tan apasionada en su trabajo como eres tú. En un primer momento desconocía, como creo que la mayoría de la población, lo qué es y significa la pedagogía, pero la escogí porque siempre me ha gustado la educación y los niños. Cuando estudiaba pensaba que la pedagogía era simplemente educar a niños con problemas luego te das cuenta que el campo de trabajo es mucho más amplio y complejo.
Mel: Podemos decir que la educación está revuelta. ¿Has conocido muchos casos de estudiantes desmotivados y desilusionados?
Arianna Acosta: Está revuelta, pero eso no es del todo negativo. Creo firmemente que ésta revolución terminará siendo positiva para la mejora de la práctica educativa, ya que nos estamos percatando de que los antiguos valores de la sociedad no son aplicables en la sociedad actual y por lo tanto, no pueden coexistir en la escuela.
Diariamente escucho no sólo estudiantes, sino personas desmotivadas con sus trabajos y totalmente frustradas e infelices. La intolerancia a la frustración es parte implícita del proceso educativo hoy en día. Ya no nos permitimos aburrirnos, estamos constantemente buscando la motivación extrínseca, y no nos percatamos de que lo importante es saber el por qué queremos aprender, lo que cambiamos al hacerlo, lo mejor personas que podemos ser… Todo eso, no se está inculcando, desde mi opinión en la mayoría de los colegios.
A los niños se les educa para ser competitivos no para ser cooperativos y por tanto la sociedad exige que sean los mejores en áreas para las que no están preparados. Todos tenemos talentos únicos y la educación en la escuela debe ser el camino para encontrarlo. Todos tenemos nuestro sitio y parte en la sociedad. De ahí pueden venir muchos de los casos de desmotivación de los que comentamos.
Mel: ¿Qué opinas de que un niño de seis años lleve deberes a casa?
Arianna Acosta: Evidentemente cada caso es único. Cada profesor/a cumple con unos parámetros impuestos y tiene que cumplirlos y muchos creen que ésta es una buena manera de enseñar hábitos, crear rutinas, reforzar aprendizajes… Pero desde mi humilde opinión, un niño o niña de 6 años debe estar en el proceso de autoconocimiento, de exploración del entorno, conocimiento de los demás… El aprendizaje meramente académico es una parte, pero no debe ser la única y exclusiva y en casa mucho menos.
Una pregunta que me hago constantemente es: ¿cómo es posible que siendo todos los niños diferentes hagan las mismas tareas en casa? El niño o niña a los 6 años debe fortalecer su autoestima, conocerse, caerse, experimentar, jugar… lo demás vendrá poco a poco.
Mel: ¿De qué forma puede trabajar el centro educativo la educación emocional? ¿Y los padres?
Arianna Acosta: Actualmente en los centros educativos de Canarias está instaurada la asignatura de Emocrea que tiene como principal finalidad el bienestar personal y social del niño /a, supone una oportunidad única para el profesorado de educar niños y niñas para que aprendan a ser felices, y tengan mayor éxito en las escuelas. Aún así, se sigue tratando esta asignatura como opcional, como secundaria y no se le da el valor que realmente se le debe dar.
Queda muchísimo trabajo que hacer. Mi labor actualmente está siendo intentar inculcar a través de varios medios como la radio, o mis charlas, la importancia que tienen las EMOCIONES en el proceso de enseñanza- aprendizaje y en las diversas áreas del ser humano.
Los padres y madres antes que nada, deben de aceptarse a sí mismos, hablar de lo qué sienten , pedir perdón cuando se equivocan; no negar, ni minimizar emociones propias. Quizá éste es el punto de inflexión, pues hemos sido educados para no mostrar emociones tachadas como negativas.
Llorar es de débiles y enfadarse es malo. Se debe cambiar ésta idea y educar para las habilidades sociales necesarias para autoconocerse y regularse. Además, deben aceptar que sus hijos /as son personas únicas, diferentes; por lo que hay que aceptarlos y guiarlos para que sean mejores personas, no cambiarlos a medida para que sean lo que pretendemos que sean.
Muchas veces me comentan, es que mi hijo/a es muy contestón o tiene mucho carácter, realmente no tenemos ni idea de cómo serán porque están en proceso de cambio. Simplemente, dejémosles SER. Hablemos mucho con ellos y escuchemos activamente SIN JUZGAR; eso es muy importante, siempre poniendo límites y normas que mejoren su calidad de vida.
Mel: Todavía hay muchos colegios que únicamente dan importancia a los exámenes y a las calificaciones en vez de centrarse también en el lado emocional, social y personal del alumno. ¿A qué crees que se debe?
Arianna Acosta: Hay muchas causas pero una de ellas y quizás la más importante es que vivimos en un sistema dónde es más importante lo que ganas que lo que eres. Creo que debemos dejar de lado esta competitividad insana que lo que perpetúa es la desigualdad y la infelicidad. La sociedad no es un ente aislado del colegio aunque muchas veces lo parezca. Para todo ello educación, concienciación desde pequeños para que se produzca una educación inversa y sean los propios niños/as los que ayuden a cambiar el mundo.
Mel: ¿Cuáles crees que son las diferencias más significativas del sistema educativo español y el finés?
Arianna Acosta: Primero, la estabilidad del sistema.
En España hemos tenido siete Leyes Educativas en la Democracia, mientras que en Finlandia se ha mantenido el sistema con modificaciones durante años (aproximadamente desde 1978). Para ver la evolución de una Ley educativa hay que darle tiempo y aquí no se la hemos dado.
Por otro lado, la formación del profesorado. Allí son valorados y estimados por la población. Ser profesor es algo importante, cuando en España no se valora. En Finlandia se debe tener una maestría, y ser los mejores para formar a un sector de la población tan vulnerable como son los niños.
La edad de acceso a la escuela obligatoria, los objetivos pedagógicos, la implicación de la sociedad, la gratuidad… hay muchísimas diferencias y nosotros debemos empezar por establecer una Ley Educativa colaborando con los profesores, psicólogos, pedagogos, y cualquier profesional educativo , no políticos ajenos a ella.
Mel: Hay jóvenes que salen del instituto sin saber qué estudiar ni qué hacer y eligen el grado de Magisterio porque creen que es lo más fácil. ¿Crees que hay una falta de asesoramiento y orientación en los centros? ¿Cómo podría solucionarse?
Arianna Acosta: Creo que todo está ligado a lo que he comentado anteriormente. Si uno no se conoce y sólo sabe (porque se lo han dicho) que se le da bien algo, no puede saber qué quiere en la vida. Una persona externa, un orientador, debe ser guía pero nunca debe poner límites o decir que esa profesión o vocación no es para él.
Lo de asesorar es muy complejo, porque a veces nos guiamos más por los que nos dicen que somos o que poseemos y no por lo que sentimos nosotros que somos. Así que asesorar y orientar debe ser un proceso que se inicie pronto, desde edades tempranas porque ahí se va observando el desarrollo longitudinal de talentos y aptitudes ante una vocación y/o empleo.
Mel: Padres que presionan y exigen de malas maneras a sus hijos para que saquen mejores notas, ¿este comportamiento provoca consecuencias negativas a los niños?
Arianna Acosta: Siempre he dicho que presionar y coaccionar sólo tiene un resultado: el miedo. Si educamos con miedo, si presionamos para que estudien, si castigamos sólo cuándo no hacen lo que deben de hacer o cómo creemos que se deben hacer las cosas, sólo podremos lograr el efecto contrario: que los niños /as no encuentren sentido a lo que hacen, que se sientan solos, desmotivados y sobretodo, que pierdan la fe en sí mismos. Encontraremos adultos sin ganas, adolescentes perdidos e infelices y también con altos grados de agresividad. Si no les valoramos como personas y sólo valoramos resultados, mal vamos.
Mel: ¿Es necesario que los docentes se estén formando continuamente?
Arianna Acosta: Me alegra mucho que me hagas esta pregunta. Cuando elegimos una carrera y cuándo ésta nos gusta, formarnos debe ser algo que venga solo. Creo que el docente no debe ser menos. Si nos gusta lo que hacemos, querremos saber más. Leer sobre nuevos temas, nuevas metodologías, recursos, compartir experiencias con otros profesionales…
Además, la educación de niños/as y adolescentes es un tema muy sensible porque educamos PERSONAS, por lo que se hace más necesario aún si cabe. Sé que la situación de los docentes en España no es ni muchísimo menos la ideal, pero la formación y también el saber delegar pidiendo ayuda, podría mejorar la calidad educativa, su bienestar y el de los alumnos y alumnas en general.
Mel: Maestros sin vocación, ilusión ni emoción. ¿Cómo repercute eso en el aprendizaje de los estudiantes? Y al contrario, ¿cómo influye en los alumnos un profesor auténtico y que disfruta de su trabajo?
Arianna Acosta: Cuando a alguien le gusta lo que hace se nota y cuándo no, también. Creo que se debe hacer la carrera sólo y exclusivamente si hay vocación, y trasladarlo a muchas formaciones universitarias sociales que requieren de empatía. No se puede lograr un proceso de aprendizaje ideal si la persona que está formando no cree en ello, no le gusta y no está cómoda. Puede lograr una memorización, pero no un aprendizaje real.
Cuando hablo de aprendizaje real me refiero no sólo a conceptos sino también a actitudes. La actitud ante el aprendizaje no sólo depende del niño/a sino también de quién la facilita. Siempre recordamos a profesores que se emocionan al impartir sus clases. Aquellos que, aún con pocos medios, hace lo posible por hacer sus clases motivadoras, trasladarlas al contexto real, con espacio para hacer pensar, son los docentes que más llegan a los niños y niñas y por tanto, los que logran mayor satisfacción en su alumnado.
Mel: Háblame de tres cosas que cambiarías tú de la educación española.
Arianna Acosta: Primero que la carrera de magisterio/pedagogía/psicología / trabajo social, y demás carreras que ayuden a mejorar la vida del ser humano, sea vocacional, no una vía de escape para poder entrar en el mundo laboral. Por otro lado, reduciría los horarios lectivos y eliminaría las asignaturas, poniéndolas como bloques en los que todos interactuaran entre sí, y no fueran partes aisladas del currículo educativo.
Y creo que por último, lo que comenté antes es muy relevante: las personas encargadas de elaborar las Leyes Educativas deben ser profesionales del sector, aquellos que lidian día a día en el aula o con conocimientos pedagógicos y psicológicos . Los que conocen los problemas de no llegar a poder impartir todo el temario, falta de recursos, ratios excesivas… , nunca deben ser personas aisladas que ven todo desde otra perspectiva.
Mel: ¿Por qué crees que la educación no ha avanzado igual que la sociedad?
Arianna Acosta: Hay muchas reticencias para que la escuela no avance. El sistema educativo actual está configurado para formar personas cuasi homogéneas y no se tiene en cuenta la hetereogeneidad existente en la sociedad. Tampoco se tiene en cuenta que necesitamos renovarnos no sólo en recursos pedagógicos, sino en formación. Estar preparados para los nuevos tiempos y para las necesidades de los llamados millenials. La mayoría de profesorado no está preparado porque ni en la universidad ni en los cursos se forma para ello.
Mel: Muchas gracias de nuevo por estar en el blog hoy, Arianna. Me gustaría hacerte una última pregunta: ¿la felicidad, la motivación y la creatividad deben desarrollarse en el aula?
Arianna Acosta: La felicidad es un concepto bastante complejo para abordarlo sólo y exclusivamente en el aula, pero sí que se debe enseñar a que las cosas cuestan, la vida no es fácil, todo tiene un tiempo, que se conozcan a si mismos, que mejoren. Transmitir lo positivo que es modificarnos y adaptarnos a las situaciones para que la vida sea más llevadera.
Todos tenemos que salir de la escuela sabiendo qué se nos da bien, y por ello la creatividad es algo que se debe potenciar. Los profesionales de la educación debemos facilitarla y no ponerle límites. Ahí si entraría más la escuela al igual que la motivación. Pero todo ello apoyado desde el hogar.
Gracias de nuevo , Mel, espero que pronto pueda colaborar contigo en esta tarea tan compleja de Educar las Emociones y concienciar sobre ello.
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