En España, cada vez es más alarmante el índice de obesidad infantil. Hemos hablado en muchas ocasiones de los hábitos incorrectos que provocan este problema en los niños, pero el problema se esta convirtiendo en algo tan grave, que afecta ya a los bebés.
Hasta hace unos años, los niños que engordaban mucho al tomar el pecho durante los primeros meses, frenaban alrededor del primer cumpleaños, cuando se estabilizan en un peso más o menos acorde con su estatura y su desarrollo normal en estos meses. Sin embargo, cada vez es más habitual encontrar bebés obesos por culpa de un exceso de alimentación e incluso una alteración endocrinológica.
¿Qué podemos hacer entonces? Si el pequeño aún toma pecho no hay peligro, puede tomar todo el que necesite. Sin embargo, los demás alimentos que incluyamos en su dieta han de ser introducidos de poco en poco y en pequeñas cantidades. No debes establecer una dieta, pero sí puedes escoger los alimentos más acordes para su peso. Usa el pan para desayunar en lugar de galletas, por ejemplo.
Para frenar el aumento de peso debes respetar que coma lo que le apetezca. No le obligues a comer. Dale solo la comida que pida y no le felicites o premies por comer, porque entonces necesitará más comida para atraer a tus halagos Como aún es pequeño, intenta que no conozca la existencia de golosinas, caramelos y demás cosas que engordan y no aportan nada bueno para tu pequeño. Poco a poco, notarás cambios.
¿Sufre tu hijo problemas de obesidad?
Imagen: Paris Kelly/flickr