En verano hay que ser muy precavidos para evitar golpes de calor en los niños. Aunque suele afectar más a los ancianos y/o enfermos, los niños también están expuestos a sufrir un golpe de calor, afectando más a los niños pequeños, que tienen menos capacidad para refrigerar el cuerpo ya que la regulación de su temperatura corporal no es como la de los adultos.
El golpe de calor se produce cuando el organismo es incapaz de desprenderse del exceso de calor. Los principales síntomas son fiebre alta, piel muy caliente, dolor de cabeza, vómitos, incluso pueden aparecer convulsiones.
Si vuestro hijo tuviera alguno de estos síntomas y si ha estado expuesto al sol mucho tiempo, hay que enfriar su cuerpo sumergiéndolo en agua tibia o fresca o aplicando paños mojados en la cabeza y en el resto del cuerpo. También hay que ofrecerle líquidos, y si son con sales mucho mejor.
Pero como dicen que vale más prevenir que curar, para evitar los golpes de calor es recomendable que vuestro hijo, si es pequeño, use una gorrita y ropa fresca y holgada. Evitar salir a la calle en las horas más calurosas, y en caso de hacerlo, mantenerlo siempre en la sombra o en zonas frescas!
Imagen: olga.palma / flickr
¿Como prevenís vosotras los golpes de calor?