Teóricamente teníamos que llegar con tiempo suficiente de dejar las bolsas, dar una vuelta por el recinto y, con tranquilidad, dirigirnos al restaurante a cenar. Las cosas, no obstante, nunca son como las planeas y nada más llegar, tuvimos que dejar las bolsas en los bungalows en los que nos íbamos a alojar en la parte superior del cámping y salir corriendo hacia el restaurante.
Una vez descargamos todo, nos dirigimos hacia el restaurante, que está abierto a todo el mundo, y nos sirvieron la cena, formada por una variedad de platos caseros. La pequeña se estrenó comiendo canalones y fue todo un éxito, pese a lo cansada que estaba...
Los bungalows estaban equipados con todo lo necesario para pasar unos días en la naturaleza: Salón estar con cocina, dos habitaciones y un pequeño baño completo. Además, también es posible alojarse en motorhomes (para familias más numerosas o con más necesidades de espacio) o en las parcelas, normalmente con caravana (parece ser que las tiendas ya están de capa caída).
Tras la cena había prevista una actividad nocturna que hubo que acortar porque se nos había hecho muy tarde. Al final, una parte del grupo se fue a hacer una pequeña salida por el campo con linternas. Toda una experiencia para los niños y, según nos contaron, una buena forma de descubrir los sonidos de la naturaleza y disfrutar de las estrellas, que en las ciudades no son fáciles de ver. Nosotros no hicimos esta actividad; la enana ya no aguantaba más y el pequeño necesitaba tranquilidad... Había sido un día muy largo e intenso.
El bungalow en el que nos alojábamos
Con las pilas ya recargadas al día siguiente, fuimos a desayunar (magnífico desayuno de pastas recién hechas!) y volvimos a los bungalows a preparar las bolsas para seguir nuestro fin de semana de actividades.
El cámping está rodeado de naturaleza pero cerca de Caldes
Mientras preparábamos las bolsas, la pequeña se quedó con otros niños del grupo en el parque del cámping... realmente fue una lástima no poder disfrutar un poco más del lugar; se respiraba un ambiente muy casero y tranquilo en el que, seguro, los niños habrían pasado un día fantástico...
El espíritu de la gente que gestiona El Pasqualet es el de integrarse en la zona y es por eso que realizan multitud de actividades, para niños y adultos. Os invito a que visitéis su web para que veáis todas las posibilidades.
web: www.elpasqualet.com