Parte de todo ello comienza con el proceso de reflexión, aquel que surge de una correcta evaluación del proceso antes, durante y después. Veremos en sucesivos post como hay una estrecha relación entre el coaching en sus diferentes direcciones, el design thinking y la gamificación.
En el curso que mencionaba, nos introduce en aquellos elementos que hacen efectivos el coaching en la escuela. No basta con apoyar y dar palmadas, preguntar sobre cómo ha ido el día a cada docente (que ya es más de lo que muchos hacen en su centro con sus colegas). Propone una fórmula muy clara para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje partiendo del cambio docente con el apoyo de un coach:
Tener una visión clara de su objetivo docente. El docente y el coach tienen que estar alineados en la misma dirección. No basta con lo anterior, preguntar y esperar respuestas, sino que las preguntas deben ir orientadas a buscar respuestas claras y concretas de manera que permitan en el docente la reflexión real del objetivo que busca.
La calidad del feedback que proporciona al docente. Una vez identificado el objetivo concreto que se trata, el feedback debe ir referido a ese objetivo e intervenir sobre él para mejorarlo. Este feedback en pequeñas dosis permite que el docente cambia su actuación y practique en las siguientes clases cada paso nuevo que da de manera que entrena esa habilidad. Es importante cultivar la relación docente-coach para sacar lo mejor de ambos.
[1- The Fixed Mindset Tax ](entendemos Fixed mindset como aquello mentalidad que es fija en el tiempo, se nace con ella y no cambia, a diferencia de Growth Mindset que evoluciona y se adapta. Por ejemplo, cuando decimos “yo es que soy de letras” negando nuestra habilidad en ciencias). La clave está en lo que comenta Carol Dweck “not yet”. Esta tasa que propone (1- fixed mindset) es lo que cada docente paga para ganar en seguridad y confianza hacia ese objetivo en el que inicialmente no se ve preparado. Digamos que hay que desaprender para volver a aprender.
En definitiva, un docente capaz de desaprender para volver a aprender, cuya mentalidad se adapta al cambio, es más fácil de orientar, acepta el feedback que se le ofrece y apreciar los cambios en busca de su mejora. Al contrario, un docente ” de ideas fijas” no aceptará el cambio ni el fracaso en su forma de enseñar. En lo que Mr Orin Gutlerner (el tutor del curso) denominará “Los cuatro jinetes de las mentes fijas”: los que se creen inferiores e incapaces, los que rechazan el feedback y creen que son los mejores, los que echan la culpa a elementos externos o ajenos y a los que les da exactamente igual.
(pincha en la página siguiente)