Goethe
Johann Wolfgang von Goethe, incansable buscador de la Verdad y la Belleza, y considerado una de las mayores figuras intelectuales de la Europa moderna, publicó en 1810 la ‘Teoría de los Colores‘, una obra que le enorgulleció especialmente, llegando incluso a considerarla más relevante que sus logros poéticos. Su conclusión fue que el color se percibe siempre de forma subjetiva, y que además cada color tiene un impacto determinado en la conducta humana, algo que por supuesto provocó la ira de la comunidad científica, ya que sus descubrimientos confrontaban la "Óptica" de Newton. Sin embargo, y a pesar de esta oposición, Goethe fue el iniciador de la psicología del color, y sus investigaciones siguen siendo a día de hoy la piedra angular de nuestro entendimiento acerca de cómo el color tiene un impacto en la psiqué humana.
La Rosa de los Temperamentos
Previo a la publicación de la "Teoría de los Colores", Goethe publicó junto al filósofo Friedrich Schiller el estudio llamado "Rosa de los Temperamentos", en el que relacionaron los colores con los rasgos de carácter de las personas, todos ellos agrupados en los cuatro temperamentos: colérico, melancólico, sanguíneo y flemático (aquí puedes leer el post que escribimos sobre los tempreamentos). Este estudio ha tenido un gran impacto en multitud de disciplinas modernas, incluyendo el arte (Wassily Kandinsky es un claro ejemplo), la moda, la arquitectura (las escuelas Waldorf colorean sus paredes teniendo en cuenta los estudios del color de Goethe), el diseño e incluso la alta cocina, por nombrar algunos.
El círculo del color
El Círculo del Color es una representación de la mente humana, en el que cada color simboliza un aspecto comportamental o atributo de nuestra naturaleza. Además de este diagrama, Goethe realizó otros de forma triangular en los que relaciona colores con aspectos emocionales.
Los colores, según la ciencia goetheana y la posterior psicología del color, ejercen una poderosa influencia consciente e inconsciente en el ser humano. El impacto del color en nuestras vidas es mucho más determinante de lo que generalmente consideramos: nuestra percepción del color modela nuestros procesos de pensamiento, modela nuestras emociones y hasta tiene efectos fisiológicos medibles. Los seres humanos somos seres sensoriales que responden a estímulos; el color, hijo de la luz, es quizá el estímulo más grandioso de todos.
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Amarillo
Es el color del Sol, y el más cercano a la pureza de la luz. Representa lo dador, el optimismo, la voluntad y el humor. Serenidad, suavidad y brillo. Alegría y entrega. Como el Sol, también representa el poder absoluto, que puede derivar en arrogancia y totalitarismo.
Azul
Es paciencia, recogimiento y tranquilidad. Representa también los ideales de sabiduría e inteligencia, así como la actitud reflexiva y la conciencia. Como el cielo y como el mar, el color azul induce apertura, espaciosidad, calma, serenidad, paz, quietud, reposo y sosiego.
Violeta
Color del misticismo, la profundidad, la magia, el misterio y el encanto. Intuición. Madurez y experiencia. Meditación y contemplación. Color de lo mental y la apertura de mente. Eternidad. Esoterismo. Poder y realeza.
Rojo
Fuego, calor, sangre, guerra, violencia. Sugiere también impulso, acción y movimiento. Lo sangriento no se refiere solamente a la parte negativa, sino a su sentido más puro de vida y vitalidad. Alerta. Sensualidad. Atracción. Pasión.
Naranja
Euforia, entusiasmo, ardor. Mezcla de amarillo y rojo, representa las cualidades de ambos. Es energía y creatividad. Amanecer y atardecer. Exotismo. Alegría, diversión y sociabilidad. Calidez. Sabor y frescura.
Verde
Liberación y equilibrio. Naturaleza. Bálsamo para el alma. Sensaciones de agrado. Serenidad y armonía. Fertilidad y salud. Variabilidad y cambio: con el paso de la luz natural a la artificial cambia más que los demás colores.
Autor: Jorge Benito