Es una nueva etapa. Diferente. Ha salido de esa zona de confort que era el cole, sus amigos, sus profes. Ahora todo es nuevo. Nuevo ambiente, nuevos amigos, nuevos profesores. Y por si todo eso fuera poco, se va a otra ciudad, a vivir en una resi, muy chula sí, y no está demasiado lejos, podemos ir o ella venir cualquier fin de semana. Es lo que ella ha elegido, y al principio muy emocionada con la idea. Según se iba acercando la fecha, la emoción iba dejando paso a la inseguridad.
El domingo allí fuimos, a llevarla. Incluida su hermana. Todo eran nervios, a lo largo del día, en más de una ocasión vi alguna lagrimilla que asomaba y ella intentaba retener. Llegamos a la resi y todo estupendo, vaciamos maletas, colocamos todo, le hice hasta la cama, no me riñáis que os veo venir quisiera yo veros a vosotros en esos momentos. Una vez hecho todo nos fuimos a dar una vuelta y a comer. Nos acercamos hasta la escuela, paseamos. Cada vez estaba un poco más mimosa, sabedora de que se acercaba peligrosamente la inevitable hora de la verdad. Y claro está, la hora llegó. Estábamos tomando un café cuando le llegó un guasap de la directora de la resi. El momento había llegado. Nos dirigimos a la resi, subimos a la habitación, la tensión se podía cortar, cuando llegó la directora a la habitación, comenzaron los lloros, lloraba ella, lloraba su hermana, se abrazaba a mí, y una que no es de piedra, pues haciendo pucheros intentando aguantar el tipo. No sé quién lloró más, si ella o su hermana.
Así la dejamos, sin mirar atrás, nos fuimos. LaMediana haciendo pucheros y llorando a moco tendido. Con la angustia en el cuerpo. No estábamos todavía en la autopista y le envié un guasap, sin respuesta, ni lectura, ni conexión. Casi tres horas tardó en contestar. Pero no porque estuviera llorando en la cama, no. Estaba con otras residentes novatas como ella, socializando ya. Ese día llegó a su habitación pasadas las 12 de la noche, porque se habían pedido unas pizzas (el domingo no hay cena en la resi) y las habían subido a cenar a la terraza.
Al día siguiente ya había conocido a más, novatas y veteranas, las veteranas las acompañaron a la escuela, las guiaron por ella y les dieron "consejos". Ese dia de noche comenzaron las novatadas en la residencia. Mami tuve que cantar el himno de Asturias delante de todas. La noche del martes más novatadas, por los pasadizos de la resi, noche de susto y terror. Guasap a las 00.33 me voy a duchar porque nos tiraron vinagre, huelo a lechuga, estuvo divertido. El miércoles las novatadas tocaban de tarde por las calles, disfrazadas. Ella feliz y contenta.
De momento, a saber, hoy novatadas en la escuela por la tarde. Y por la noche fiesta, es jueves mami. El viernes también hay fiesta, no sé cuál no preguntéis, yo casi que tampoco pregunto. La semana que viene el viernes tienen fiesta con los chicos de una residencia, por eso de socializar chicos y chicas.....
Ahhh y ya se apuntó al equipo de baloncesto de la resi.
Habrá momentos de bajonazo, como no puede ser de otra manera, pero se le nota contenta, ayer por primera noche a las diez y pico estaba en la habitación.
En la escuela, pues un poco acongojada, todo es nuevo y difícil me tocó el rey de las maquetas, es durísimo, el de mates se hace entender es majo ....
A punto de terminar la primera semana, creo que podemos decir que la pasamos con balance positivo.
LaMediana, al contrario, en su último año de carrera, preparando ya el TFG y mirando el próximo curso a ver de qué y dónde hace su máster. Ella es otra historia. Eso sí, como el año que viene se marche, otra vez a repetir esa sensación de abandono, tanto de ella como nuestra, cuando quedan en la habitación de la residencia. Sensación que en nosotros dura unos cuantos días, mientras que en ellas apenas un ratin.... ainsss.
Primogénito ya está de vuelta a UK, cada día más british, nos morimos de risa con él, porque cada dos por tres mete un anglicismo. Como él dijo a su Titina no os quejéis que estamos a mitad de septiembre y las Navidades ya están ahí.