Los adultos estamos en esta fase de sueño solamente alrededor de un 25% del tiempo que dormimos.
Pero, ¿qué sueñan los bebés?
Es imposible saberlo con exactitud, pero se cree que dado que los bebés no saben hablar, sus sueños probablemente consistirán únicamente en imágenes, sin ningún tipo de diálogo.
Es por ello que tampoco se cree que los bebés tengan pesadillas, ya que los niños no suelen desarrollar temores hasta sus 2 o 3 años. Esto no significa que nuestro bebé no vaya a despertarse en ningún momento a lo largo de la noche de manera agitada o incluso gritando o sollozando ya que, como hemos dicho tienen fases muy vívidas. En estos caso lo mejor será abrazar a nuestro bebe y consolarlo, para que pueda seguir descansando.
¿Cómo consigo que mi bebé duerma toda la noche?
Hasta más o menos los 3 meses de edad, la mayoría de los bebés suelen despertarse varias veces a lo largo de la noche interrumpiendo el descanso de su papá y mamá, con el consiguiente agotamiento que se va acumulando a lo largo de la semana.
Según Charles Pohl, MD, director de la Red de Apnea y Pediátrica Centro del Sueño del Hospital Universitario Thomas Jefferson, en Filadelfia, durante los primeros meses de vida:
Los bebés no están conectados neurológicamente bien. Ellos tienen lo que llamamos sueño desorganizado o fragmentado
Lo que significa que los bebés no suelen dormir largos periodos de tiempo, es más, no necesariamente duermen más durante la noche. A todo esto además habría que añadirle que es habitual que los bebes requieran de, al menos, dos o tres comidas nocturnas, ya que sus pequeños estómagos no tienen la capacidad suficiente para mantenerlos saciados toda la noche.
La buena noticia es que nada es permanente y esto tampoco, así que a partir del cuarto mes la mayoría de los bebes deberían dormirse ya por sí mismos, además de alargar el periodo de sueño nocturno hasta seis u ocho horas de manera ininterrumpida.
Existen varias recomendaciones para llegar lo antes posible a esta etapa. Desde reducir la estimulación del niño cuando se va acercando el momento de acostarse o acortar los periodos de sueño diurnos, hasta dar un baño caliente antes de dormir o incluso una pequeña nana que le ayude a relajarse. A lo largo de este post nos vamos a referir a varios de ellos: el método Ferber, el refuerzo de los ritmos del sueño, los despertares programados y el colecho.
El método Ferber
Es el método más popular para conseguir que nuestro bebé duerma es el método Ferber, denominado así en honor a su creador Richard Ferber.
Su idea fundamental es que los bebés hacen asociaciones para conciliar el sueño, ya sea a la hora de acostarse o después de despertarse en medio de la noche. Así que lo mejor es evitar la mayor parte de conductas por nuestra parte para evitar ese cúmulo de necesidades para poder dormir. Por ejemplo: Si acostumbro a mi bebe a acunarlo en brazos cada día, antes de dormir, terminará necesitando ese balanceo para conciliar el sueño. Ya sea a la hora de dormir como tras cada despertar en medio de la noche.
Por lo tanto, el método Ferber no consiste en otra cosa que en enseñar a nuestro bebé a que aprenda a dormirse por sí mismo en su cuna. Les aseguro que funciona!!!
Así que lo primero que debe de hacer será poner a su bebé en su cuna o moisés a la hora de dormir, darle las buenas noches y salir de la habitación. Muchas veces se sorprenderá de que no ocurre nada, sin embargo también hay ocasiones en los que el bebe puede empezar a llorar. Si es este su caso, permita que llore durante unos 5 minutos y entonces entre en la habitación, pero no se acerque a cogerlo o a levantarlo, únicamente entre para que el bebe sepa que está acompañado y sienta esa seguridad y confianza. Cuando calle, vuelva a salir y si llora de nuevo espere otra vez pero en esta ocasión 10 minutos y así sucesivamente prolongando su permanencia solo de 5 en 5 minutos hasta conseguir que se duerma.
Es fácil que tenga que repetir este ritual cada vez que se despierte por la noche. No desesperes, recuerda que estamos trabajando para poder descansar mejor todos y eso, en algunos casos, lleva su tiempo.
La segunda noche en lugar de entrar a los 5 minutos por primera vez, entraremos a los 10 minutos; la tercera noche a los 15 minutos y así progresivamente cada noche.
La mayoría que testimonios de las personas que han probado este método coinciden en que, en el transcurso de tres a siete días, rara vez tardan más tiempo, el bebé asocia estar en su cuna con conciliar el sueño. Del mismo modo, aprende que su llanto tampoco consigue que sus padres lo cojan. Sin embargo, para conseguir esto, hay que estar dispuesto a escuchar el llanto de nuestro bebé durante cierto tiempo, algo que no siempre es fácil para los padres.
No hace falta aclarar que todo esto es en casos normales de adaptación al sueño. Obviamente, si nuestro bebe tiene algún malestar habrá que atenderlo de inmediato.
En caso de que su bebe no haya sido capaz de ajustar sus hábitos de sueño tras dos semanas de aplicación del método Ferber, lo mejor será que consulte con su pediatra.
Refuerzo de los ritmos del sueño
Se trata de un método preventivo que aconseja y recomienda Marc Weissbluth, MD, autor del libro Healthy Sleep Habits, Happy Child.
Según Marc Weissbluth, el quid de la cuestión está en no permitir que nuestro bebe, a partir de los 4 meses de edad, se canse demasiado, ya que esta fatiga puede provocarle problemas a la hora de conciliar el sueño. En su lugar, lo que debemos intentar conseguir es anticipar la somnolencia natural de su bebé antes de acostarle.
Para ello es interesante ir reduciendo las siestas de nuestro bebe. Si hasta ahora solía dormir cada dos horas, tratar de que poco a poco las siestas sean sólo dos o tres veces al día. Evitando que coincidan siempre con el momento de ponerlo en su cochecito o silla de paseo para que no terminen asociándolo.
No es fácil aprender a anticiparse al momento en que nuestro bebe estará más somnoliento para que coincida con su descanso, como todo lleva su tiempo pero poco a poco, mediante la observación, seremos capaces de identificar perfectamente ese momento.
El lema del Dr. Weissbluth es:
Nunca despierte a un bebé dormido
En su opinión y aunque no parezca lógico, el sueño genera sueño. Y, por tanto, cuanto mejor duerma nuestro pequeño/a durante el día, más fácil le será conciliar el sueño por la noche.
Del mismo modo, también recomienda no acostar muy tarde a nuestro bebe ya que cuanto más tarde lo acostemos, más difícil le resultará conciliar el sueño, además de generarles problemas en sus horas de siesta durante el día. Podemos tomar como referencia las 8 de la tarde como una buena hora para acostarlos.
En definitiva, el Dr. Weissbluth afirma que lo único necesario para el descanso de nuestro bebé es nuestra capacidad de predecir su mayor momento de cansancio y simplemente dejarlo dormir. Pero habrá que ser precisos porque si dejamos que se canse demasiado podemos incurrir en el efecto contrario.
Despertares programados
Esta técnica se basa en la modificación de los hábitos de sueño de un bebé. Por ejemplo:
Durante una semana, haremos un seguimiento de las veces que el bebé se despierta cada noche para tratar de despertarlo con antelación. Es decir, si se despierta a las 11 y las 3 AM, entrar y despertarlo a las 11:45 y 2:45 y mecerlo o hacer lo que hacemos normalmente.
Día a día iremos alargando estos tiempos de 15 en 15 minutos. Es decir si se despierta a las horas indicadas anteriormente, la despertaremos a esa misma hora y después a las 11:15 y 3:15 y así sucesivamente. Lo que pretendemos conseguir es que en poco tiempo deje de despertarse por si mismo y, en su lugar, espere a que nosotros lo despertemos como estamos haciendo.
Al ir incrementando 15 minutos cada vez, los periodos del sueño irán siendo más largos, hasta conseguir eliminar los despertares nocturnos por completo, consiguiendo que duerma toda la noche.
Como método, es bastante menos drástico que el método Ferber. Sin embargo, tampoco es un método sencillo para los padres. Ya que al principio deben ajustarse a unos horarios muy definidos y en muchas ocasiones el despertar a su bebé no les resulta nada fácil cuando los ven tan dormiditos. Otro problema técnico es que este método requiere de tiempo para ser efectivo, al menos, tres o cuatro semanas.
El Colecho
Podríamos decir que este método, es el más agradable y más satisfactorio de todos.
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En España no es algo muy común que los niños compartan cama con sus padres, sin embargo en otras culturas este método es simplemente una filosofía de crianza de los más pequeños para que sientan ese amor y ese apego con su familia.
No se trata de que nuestro hijo o nuestra hija duerma de vez en cuando con nosotros, si no de que esta sea la tónica habitual a la hora del descanso en nuestra familia.
Los que defienden y practican este método creen que la sensación de seguridad y confianza del bebé cuando se despierta junto a sus padres no sólo le ayuda a dormir enseguida, sino que va a marcar su personalidad.
Por otro lado los detractores de este método, advierten de las consecuencias negativas que puede tener como: Falta de vida privada; Peligro de aplastamiento o de asfixia del bebé al darse un adulto la vuelta o con la almohada, etc. Además de que en algún momento el niño o niña tendrá que aprender a dormir sólo, con lo que no evitaríamos el uso de alguna de las otras técnicas.
Como siempre, elegir alguno de estos métodos queda total y absolutamente a nuestra elección. Además de poder haber puesto en práctica algún otro método más que haya sido el adecuado para ti. Si es así y quieres compartirlo con nosotros, te invitamos a que lo hagas.
VIDEO: El sueño del bebé – Método Ferber
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