Todos queremos que se muestren seguros, sean abiertos tanto con las personas que conocen como con las que acaban de conocer y, sobre todo, que en el futuro sean capaces de enfrentarse a las adversidades de la manera más positiva y segura que puedan. Para conseguir todo esto, nuestra tarea como padres es la de desarrollar la autoestima de los hijos.
Debemos conseguir que tengan una aceptación propia, que se conozcan de verdad a sí mismos, pero con una idea realista de lo que realmente son, y estar conforme con ello. Sólo así podrán saber de antemano si pueden o no enfrentarse a una tarea ellos solos, superar sus miedos y no frustrarse eligiendo actividades por encima de sus posibilidades. Un niño que no destaque en habilidades motoras sabrá que para bajar un terraplén debe hacerlo sentado y así conseguirlo a la primera, mejor que ponerse a llorar o tirarse de pie, cayéndose y haciéndose daño.
Estrategias para desarrollar la autoestima
Los seres humanos no nacemos con autoestima, sino que se va formando a partir de las experiencias del niño y las reacciones de los demás, especialmente de sus padres. Por ello, debemos poner especial atención en aceptar a los niños por lo que son y no por lo que son capaces de hacer: de esta manera les ayudamos a aceptarse a sí mismos.Hay que tratarles, de vez en cuando, de manera individual, para que se sientan especiales y nunca comparándoles con otros niños, pues sólo conseguiremos inseguridad. Es muy positivo que destaquemos, en los distintos ámbitos, lo buenos que son y lo que deben trabajar más, es decir, no sacar fallos, sino recordarles primero qué hacen bien y en qué deben mejorar, hacerles una crítica en positivo.
También es necesario que los niños tengan unas normas claras para que sepan qué esperamos de ellos exactamente. Ofrecerles responsabilidades para que sean más independientes y autónomos les ayuda a querer crecer y a terminar siempre hasta el final sus trabajos. Evitaremos reacciones desmedidas cuando los niños hagan algo mal, pues les duele mucho, y además les podemos confundir si en un momento determinado damos más importancia a tirar una lámpara que a pegar a su hermano.
La importancia de valorarles como niños
Siempre debemos valorar su trabajo, pues es la forma que tenemos de que vean lo importante que es, y si vamos a hacer alguna crítica, bajaremos el nivel a la edad del niño.No va a ser capaz de realizarlo igual un chaval con 5 años que otro con 9 años, y nunca pensaremos en cómo lo haríamos nosotros, pues no pueden hacerlo a nuestro nivel. Si hemos notado una mejoría en algún aspecto, la debemos destacar; es muy importante que el niño se dé cuenta de que lo hemos notado, que estamos siguiendo sus avances y sus esfuerzos.
Si a nuestros hijos les devolvemos una imagen de sí mismos positiva, pero ajustada a la realidad, celebrando sus logros y permitiéndoles crecer y tener pequeñas responsabilidades, les estaremos dando la oportunidad de ir eligiendo.Por eso, si les hacemos preguntas abiertas y escuchamos con atención sus respuestas, conseguiremos que tengan una buena autoestima y se muestren seguros, incluso con un mejor rendimiento escolar, mayor número de amistades y, sobre todo, serán más felices, pues sabrán enfrentarse a los distintos problemas que encuentren, sin miedo a pedir ayuda si saben que no pueden hacerlo solos.