- No a ridiculizarle. Aunque sea en plan 'broma', muchos adultos creen que llamar la atención al menor cuando ha mojado la cama es algo que no va a provocar un efecto negativo. Los niños son sensibles y vulnerables, evita esas bromas de mal gusto.
- No a las etiquetas. ¿A qué nos referimos con las etiquetas? Pues a todas esas frases o palabras aparentemente sin malicia que emitimos delante de los niños. ''Es un meón'' o ''Ven aquí, mi bebé'' (cuando es obvio que tu hijo/a dejó de ser bebé hace mucho) pueden crear el efecto contrario en el proceso para que deje de mojar la cama.
- No le grites. Elevar el tono de voz, por muy nerviosos que estemos no va a ayudar en nada. Sólo lograremos que nuestros hijos se pongan más nerviosos y se bloqueen. No olvides que esto es un proceso que tiene principio y fin, aunque te cueste verlo los primeros días.
- No le regañes. ¿Por qué íbamos a regañarles porque mojen la cama? ¿Acaso pueden controlarlo? Se trata de una circunstancia que no pueden evitar, por ello, es primordial mostrarnos accesibles y comprensivos, no 'regañones'.
- No le presiones. Frases como: '' Venga, a ver si esta semana no te haces pis en la cama'' u ''¿Otra vez has mojado la cama?'', aunque las digas con un tono amable, estarán ejerciendo directamente presión sobre tu hijo y sólo conseguirás que se frustre y sienta que no puede avanzar.
- No le quites 'demasiada' importancia. Una cosa es no presionar y otra, muy distinta, es obviar el tema. Lo que está ocurriendo tiene la justa importancia. Relativizar y hacer que el tema sea algo natural, hará que juntos podáis sobrellevarlo.
- No establezcas un canal unidireccional con él. Como en alguna ocasión te hemos sugerido, no se trata de decirle lo que debe hacer continuamente y que el pequeño asienta sin posibilidad de expresarse. Que tu hijo te cuente cómo se encuentra será muy beneficioso para obtener buenos resultados.
- No le des líquidos o estimulantes 2 horas antes de dormir. Sólo conseguirás que tenga más ganas de ir al baño. Es mejor que tome algo caliente y en un margen de tiempo lo suficientemente prudente, vaya a dormir.
- Pide consejo, si estás perdido/a. Especialmente si eres mamá o papá primerizo, ¿qué hay de malo en pedir orientación cuando no se tiene claro qué hacer? Aun así, haz caso de tu sentido común e intuición ya que nadie mejor que tú conoce a tu hijo.
- No a la actitud negativa. Que vea en sus padres una actitud negativa influye en tu hijo y en sus actitudes mucho más de lo que crees. ¡Intenta ser justo 'todo lo contrario': ¡positiva y alegre!
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