No me gusta leer cosas que no comparto ni artículos que critican aquello que yo hago. Soy humana y no me gusta.
Estos días, buscando en la web qué nuevas publicaciones hay sobre hablar a los hijos en inglés, he leído un par de artículos en unos blogs que me han hecho pensar sobre el poder que tienen las palabras para alimentar miedos o darnos energía para llevar adelante ideas.
Con respeto a la decisión de hablar o no hablar a nuestros hijos en inglés sin ser nativos, he leído palabras subjetivas, bañadas por las decisiones personales tomadas en la vida privada de los autores, adornadas de tecnicismos y de consejos sesgados con imagen de profesionalidad.
No sabía bien cómo canalizar las sensaciones que me había producido la falta de realidad y rigurosidad en esos artículos y la preocupación que me estaba generando pensar que sus lectores no tuvieran la posibilidad de encontrar alternativa a esos textos. Por eso he querido escribir esta entrada dando mi experiencia personal ante diferentes aspectos que he podido ver que se consideran más negativos de la crianza bilingüe por no nativos.
Enseñar inglés vs comunicarnos en inglés
No enseño inglés a mis hijos, hablo con ellos, como cualquier madre, y lo hago en inglés.Porque me gusta el inglés, porque lo domino bien (aunque a veces cometa errores) y porque quiero que lo adquieran desde pequeñitos sin darse cuenta.
No necesito aplicar ninguna de mis estrategias ni conocimientos como maestra de inglés para hablar con mis hijos y ellos no necesitan analizar como un estudiante de lengua extranjera lo que yo les estoy diciendo.
Cuando leemos un cuento y señalo los cerditos y les digo these are the three little pigs y uno repite is y yo le vuelvo a decir pigs. No les estoy enseñando de una manera académica. Estoy contando un cuento, desarrollando su lenguaje y corrijo lo que mi instinto maternal me pide.
Mis hijos tienen la capacidad de comprender y hablar varias lenguas a la vez sólo con escuchar, jugar y sentirse queridos, y yo como madre, tengo la capacidad de que, sólo hablándoles, jugando con ellos, amándolos y educándolos como quiero, puedo hacer que aprendan a hablar. Es la belleza de la naturaleza, la creación programada.
Expresar sentimientos en lengua no materna
Los primeros meses hablando a mi hijo en inglés sentí algunos momentos en los que no expresaba todo lo que quería decirle porque me había propuesto que todo tenía que ser en inglés y me faltaba vocabulario y expresiones de las que se les dice a los bebés. Fue el tiempo, la seguridad que fui ganando y la flexibilidad de mente que gané tras hacerme madre lo que hizo que este tema mejorara. Ahora los piropos y alguna muestra de enfado las digo en inglés o en español, según me apetece. Les digo: ¡Pero bueno! Why did you do that? o bien: Youre so gourgeous, mi pequeñín bonito... Y también les canto mucho más en castellano.Sencillamente me dejo llevar más por mis instintos, dejo fluir mis sentimientos. He dejado de analizar las palabras que digo, la corrección y mi acento, lo cual me preocupaba los primeros meses y me bloqueaba un poco sobre todo por el qué dirán. Pasado el tiempo que se necesita para acostumbrarse, una vez perdida la vergüenza, ganada la seguridad y con el impermeable ante las críticas, expreso exactamente lo que siento, demuestro mi cariño como quiero, y siento que vivo una maternidad absolutamente normal y plena.
En este sentido deseo que mi blog sirva para que todo aquel que quiera emprender esta aventura, se quite los miedos y la vergüenza lo más rápido posible.
Privación de la cultura
Los profesores, enseñamos las lenguas extranjeras y nos apoyamos en las diferentes culturas que las hablan para enriquecer su aprendizaje. Entiendo que las familias de padres de diferentes países transmitan la cultura de cada uno a sus hijos. Y también sé que hay familias que crían bilingüe sin ser nativas que aportan esa parte a la educación de sus hijos. Yo sin embargo, no lo estoy haciendo.Sí que quiero que conozcan la cultura inglesa, americana, india, australiana... todas las del mundo, pero no dedico un esfuerzo en especial a ello. Para mí el inglés es una herramienta para comunicarse con el mundo entero. Es por eso que no me preocupa en exceso el tema del acento (sí el de la pronunciación). No me importa que mis hijos aprendan inglés con acento español, lo que quiero es que lo hablen, lean y escriban de forma fluida, cómoda y pluscuamperfecta. Quiero que sean capaces de comunicarse con cualquier persona del mundo que sepa hablar inglés.
Mientras pueda y ellos quieran, les iré ofreciendo la posibilidad de que adquieran diferentes herramientas que les permitan moverse por el mundo globalizado, exigente e innovador en el que nos toca vivir.
Y con respecto a la cultura, les enseño y les deseo la mía, la de España. Les enseño nuestros valores, nuestras normas de educación, nuestras tradiciones. Las que me gustan y forman parte de mí.
La lengua que uso es el vehículo en el que viajo con mi familia, pero no me importa cambiarlo por otro que también me guste y que sepa conducir. Lo que importa es no olvidarme las maletas, abrochar bien los cinturones de seguridad y poner buena música.
Formas de que los hijos aprendan inglés
¡Claro que hay muchas maneras de conseguir que nuestros hijos adquieran un buen nivel en lenguas extranjeras! Yo he decidido hablar en inglés a mis hijos desde bebés y otros padres han decidido contarles los cuentos en inglés, y otros han decidido pasar dos semanas cada verano en un país anglófono, y otros han decidido llevar a sus hijos a clases extraescolares, y otros ponerles una cuidadora que les hable en inglés... Cada familia hace lo que les cuadra mejor y ojalá que a todos nuestros hijos les vaya de maravilla.Dejemos de pensar por los demás y de hablar por aquel que no ha querido abrir la boca. Se duerme mucho mejor después de una conversación en la que te alegras por la situación de los otros, en la que te saca una sonrisa la suerte ajena y en la que deseas bondades para los demás.
Estudios sobre bilingüismo no nativo inexistentes
He visto por Internet cómo hay personas que, escudados tras su profesión, son capaces de dar respuesta a la pregunta ¿debería hablar en inglés a mis hijos? aventurándose a decir que la respuesta es NO, que no es bueno hablar a tus hijos en inglés, aunque tu nivel sea bueno.Hasta ahora no he leído ningún estudio o artículo que se asemeje y que me haya ofrecido razones y experiencias de peso que me creen dudas sobre si lo que estoy haciendo puede tener algo negativo en mis hijos y en mi familia.
Sin embargo, vivo mi propia experiencia y me nutro de la de otras familias con hijos mayores para ver todo lo positivo.
10 minutos oyendo y mirando a otras familias en el parque
Ahora voy al parque o estoy con mis amigos y mi seguridad, mi calma y normalidad hablando con mis hijos es total. Son tres años hablando en inglés no nativo con ellos, y evidentemente ya es algo absolutamente rutinario. Sin embargo, hasta que mi hijo mayor empezó a hablar, me daba un poco de vergüenza mi acento, mis pequeños errores, el qué pensarán... Pensaba que eran miedos míos, infundados, pero vaya, por lo que leo en otros blogs, sí que se nos juzga bastante, pero en silencio escribiendo en la web.Yo no quiero menospreciar el pensamiento de otros y por ello soy cuidadosa con lo que escribo. Las palabras escritas, sin entonación, sin aclaraciones o gestos pueden ser malinterpretadas y llegar a molestar. Pero lo que tengo claro es que no quiero que se menosprecie la manera que tengo de criar a mis hijos tintando de profesionalidad palabras rápidas y subjetivas.
Lo que me gustan son las opiniones, los escepticismos, las dudas, las precauciones, los elogios, las preguntas e incluso el silencio. Todo, siempre y cuando no inculquen miedo a los demás con la opinión personal de profesionales que generalizan las decisiones tomadas en el seno de su familia con sus circunstancias particulares y bagaje propio tras la impresión que se han podido llevar durante los escasos 10 minutos en el parque en los que me han oído a mí o a otra familia decir look at the bird, dont hit your brother o its time to go home.
Mi blog
Espero que aquellas familias que se encuentren por Internet los artículos que yo he leído estos días no se desanimen y tengan la suerte de encontrar mi blog y el de otras familias para poder tener una visión de lo bueno y lo malo, los retos y las alegrías y de poder consultar las dudas y ser respondidas por los que lo estamos viviendo en primera persona y exteriorizamos nuestra experiencia sin maquillaje.Espero que las palabras que escribo, ninguna familia las interprete como verdades absolutas, son sólo mis vivencias, mi opinión, sin la bandera de verdad. Es aquello que yo conozco, mis sentimientos y mis circunstancias.
Me gusta pensar que las personas somos diferentes.
Me gusta que las familias criemos de manera diferente.
Me gusta que los niños tengan diferentes habilidades.
Me gusta pensar, que los diferentes tipos de crianza contribuyen a un futuro más creativo.
Quiero poner en Internet palabras que den alas a aquellos que quieren criar a sus hijos hablándoles en inglés desde pequeños.
Quiero que leer este blog, apacigüe dudas y a la vez, cree otras que cada familia resuelva según sus características.
Quiero que hablar inglés dentro de una familia sea una opción respetada.