Pues bien, ahora mi hijo tiene 26 meses. Ya han pasado 8 meses desde esa edad que yo había considerado tan importante para el desarrollo del habla y he podido reflexionar mucho, conocer muchos casos de otros niños, ver como mi hijo ha ido evolucionando y darme cuenta de varias cosas que quiero comentar en esta entrada bajo mi punto de vista personal.
Todos sabemos que cada niño lleva un ritmo y unos tiempos diferentes para alcanzar las diferentes habilidades, sin embargo, hay unas fechas en las que lo normal es que los niños hayan llegado a hacer las diferentes cosas. Para sostener el cuello, para sentarse, para coger objetos, para caminar... hay ventanas de tiempo y entre esos intervalos de edades, los niños van teniendo un buen desarrollo. Esos intervalos son generosos, de forma que son bastante tranquilizadores. Sin embargo, todo lo que he encontrado y leído hasta el momento sobre la comprensión y el habla de los niños son fechas en concreto. No son ventanas de tiempo, sino el número de palabras que comprenden o que producen a una determinada edad y después, la forma en la que unen palabras y frases a otras edades. Son medias, es decir, a los 16 meses habrá niños que digan 20 palabras y otros a los 20 meses que no dirán ninguna. Sin embargo, a mí personalmente, el hecho de que ponga una edad en concreto, me agobiaba un poco, ya que, si a esa edad mi hijo no hacía lo estipulado, yo tenía la sensación de que algo no estábamos haciendo bien.
En la comprensión, tanto en español como en inglés todo iba perfecto, sin embargo en la expresión no. A los 16 meses dijo su primera palabra consciente, y poco a poco iba diciendo alguna más (milk, boots, banana...) pero lo curioso es que las decía una o dos veces y ya no lo volvía a hacer. En vez de a los 18 meses, ha empezado a decir y repetir más variedad de palabras de una forma más clara 5 meses después. Y creo que es absolutamente normal también. He conocido a muchos otros niños, bilingües y monolingües que han empezado a hablar a la misma edad que mi hijo y que han tenido un desarrollo del habla absolutamente normal. Lo que yo he visto y hablado con otros padres, es que hay niños que con 15 meses ya hablan mucho y otros que no lo hacen hasta los dos años y medio. Me he dado cuenta de que no debe convertirse en una preocupación. Cada niño se lanza en un momento diferente ya que cada uno tiene unos genes, un carácter y unas circunstancias diferentes.
También me he dado cuenta de que el hecho de hablarle en varias lenguas (y una de ellas sin ser nativos) tampoco influye en el momento de empezar a decir palabras. El comenzar a hablar, lo hacen en una de las lenguas o en las dos, unas palabras en un idioma, y otras en otro, según les resulte más fácil la pronunciación, según hayan asociado la palabra al objeto o según la cantidad de exposición a cada una de las lenguas. Sin embargo, también creo, por lo que he visto, experimentado como maestra de infantil y lo que me cuentan otros padres, que los niños bilingües mezclan las lenguas un poco y tardan más en lanzarse a decir frases con soltura y sobre todo con corrección. Ahora bien, cuando lo hacen, lo hacen en dos lenguas, ¡una maravilla!
Por lo menos yo, y otros padres que conozco, nos agobiamos mucho y nos hemos llegado a preocupar mucho al conocer lo que dicen algunos expertos con respecto a la adquisición del lenguaje y sus tiempos. Tengo la sensación de que las ventanas del aprendizaje de las lenguas son muchos más amplias que lo que he estado viendo.
Lo bueno es que veo que mi hijo va de maravilla, aunque no haya cumplido la fecha estipulada y también veo a otros padres que han pasado por lo mismo y a los hijos les va estupendamente. Alguno necesita ayuda de la maestra de audición y lenguaje del colegio, otros no... Cada niño y cada colegio es diferente.
Tiempo al tiempo, cada dificultad que vaya apareciendo la trataré en su debido momento. No quiero que ninguno de mis miedos ponga límites a la naturalidad con la que educo y crío a mis hijos. No quiero que mis dudas pongan límites a todo lo que quiero compartir con ellos.
Todavía queda mucho camino por delante. El tema de la adquisición del habla es muy interesante y complejo tanto para niños bilingües como para monolingües, toda una aventura para que nuestros peques se hagan mayores. Sé que quedan muchas anécdotas por delante y estoy segura de que alguna que otra duda me surgirá en el futuro. Pero por ahora estoy tranquila y deseo que todos los que os encontréis entorno a la edad de los 18 meses también lo estéis. Gran parte de esta calma la he conseguido hablando con otros padres que también hablan en inglés no nativo con sus hijos. El poder escuchar y leer la experiencia de otras familias cuyos hijos son mayores que el mío, es verdaderamente tranquilizador.